• Economia
  • Policiales
  • Deportes
El Heraldo
  • Magazine

    215 años de vida del Ejército Argentino

    La historia de nuestro ejército, es la suma de muchas historias. Las que conocemos, las anónimas, y las que poco a poco se transformaron en un verdadero sentimiento nacional. Como esta que comenzó así: la Revolución de mayo de 1810 se presentó triunfal ante el pueblo de Buenos Aires, con las esperanzas independentistas que cortasen definitivamente el yugo colonial.

    31 de mayo de 2025 - 20:30
    215 años de vida del Ejército Argentino
    Ads

    Los primeros días del gobierno patrio fueron caóticos debido a los muchos problemas administrativos que debieron resolver, además, de los operativos como organizar la seguridad, llevar las ideas de libertad al interior y organizar una fuerza militar criolla. Es por ello, que el 28 de mayo de 1810, la Primera Junta de Gobierno crea el Departamento de Gobierno y Guerra a cargo de Mariano Moreno. Al día siguiente, se dio a conocer la “Proclama a los Cuerpos Militares de Buenos Aires”, cuyo texto es el siguiente:
    ¡Cuerpos Militares de Buenos Aires! La energía con que habéis dado una autoridad firme a vuestra Patria, no honra menos vuestras armas, que la madurez de vuestros pagos distingue vuestra generosidad y patriotismo.
    Agitados los ánimos por la incertidumbre de nuestra exigencia política, supisteis conciliar todo el furor de un entusiasmo exaltado con la serenidad de un ciudadano que discurre tranquilamente sobre la suerte de su Patria y las armas que cargabais no sirvieron si no para abrir a la razón, para que recuperando sus derechos fuese la única guía de una resolución magnánima que debe fijar el destino de estas provincias.
    Los pueblos antiguos no vieron un espectáculo tan tierno como el que se ha presentado ante nosotros y cuando se creía apurado vuestro espíritu por el contraste a que la triste situación de la península lo había reducido, un heroico esfuerzo se propuso vengar tantas desgracias, enseñando al opresor de la Europa que el carácter americano opone a su ambición una barrera más fuerte que el inmenso piélago que ha contenido hasta ahora sus empresas.
    ¿Quién no respetará de ahora en adelante a los Cuerpos Militares de Buenos Aires? Si examina vuestro valor lo hallarán consignado por las más gloriosas victorias; si se meditan esas intrigas; que más de una vez dieron por tierra con los pueblos esforzados, temblarán al recordar esa gloriosa escena que precedió a la inauguración de esa Junta; la sabiduría presidía vuestros discursos, las más vivas penetraciones disipaban los sofismas y religiosos observadores de los derechos del Rey y del pueblo; nada pudo desviarnos del camino legítimo que habíais meditado para su conservación.
    Conservad siempre unida la oliva de los sabios al laurel de los guerreros y esperad de la Junta un celo para vuestro bien, igual al que habéis manifestado para formarla. Esta recíproca unión de sentimientos ha fijado las primeras atenciones de la Junta, sobre la mejora y fomento de la Fuerza militar de estas provincias; y aunque para justa gloria del país es necesario conocer un soldado en cada habitante, el orden público y la seguridad del Estado exigen que las esperanzas de los buenos patriotas y fieles vasallos reposen sobre la fuerza reglada correspondiente a la dignidad de estas provincias; a este fin, a acordado la Junta las siguientes medidas en cuya pronta y puntual observancia interesa sus respetos y todo vuestro celo:
    Los Batallones Militares existentes se elevarán a regimiento con la fuerza efectiva de 1116 plazas, reservado la Junta proveer separadamente sobre el arreglo de la caballería y artillería volante.
    Queda publicada de este día una rigurosa leva en que serán comprendidos todos los vagos y hombres sin ocupación desde los 18 hasta los 40 años.
    Volverán al Servicio Activo todos los rebajados que actualmente no estuvieron ejerciendo algún arte mecánico o servicio público.
    Los alcaldes del barrio presentarán para el sábado de la presente semana todos los estados de los habitantes de sus respectivos cuarteles, que por anteriores providencias se hallaban pedidos.
    Los mismos alcaldes de barrio ocurrirán al vocal de la Junta, Coronel don Miguel de Azcuénaga, para que en virtud de la comisión particular que tiene para el efecto, dé las órdenes respectivas a la incorporación de aquellos individuos que deban aumentar la Fuerza Armada.
    Los mismos alcaldes de barrios ocurrirán al mismo señor Azcuénaga para que les haga entregar de la armería Real el número de fusiles correspondientes al número de hombres que se vaya aumentando.
    Estando igualmente encargado el señor Azcuénaga de activar y velar con especialidad sobre los trabajos de armería, se le dará razón de los fusiles descompuestos que introduzcan en ella, para que se apresure su compostura y devolución.
    Los alcaldes de barrios, comisionados y vecinos que tratasen de devolver las armas que se han exigido por bando, harán la entrega en la casa del señor Azcuénaga, por cuyo conducto se impartirá las órdenes relativas a esta importante materia.
    Habiendo tomado la Junta medidas seguras para el acopio de las armas, capaz de proveer el aumento de nuestra fuerza, espera del celo de los comandantes militares no omitirán diligencia alguna que sea conducente a la integración de sus cuerpos bajo el plan propuesto.
    La precedente proclama es el documento oficial utilizado como antecedente del origen formal e institucional del Ejército Argentino. Sin embargo, la actual fuerza militar comenzó a gestarse desde antes que se constituyera formalmente el Virreinato del Río de la Plata, siendo los Blandengues los estandartes en la defensa del territorio. Y luego, en 1806 y 1807, diferentes milicias (siendo los Patricios quienes prevalecieron a lo largo del tiempo) dieron la talla de audacia, valor y eficiencia, venciendo al enemigo británico. 
    La revolución fue llevada a Córdoba, al Alto Perú, a Paraguay y a la Banda Oriental. Hubo victorias y derrotas militares, además de la visión de aquellos líderes como Belgrano que fundó ciudades en su camino al país guaraní. La doctrina militar que emplearon los pioneros militares continuó siendo la española. Tuvieron vigencia las reales ordenanzas de Carlos III, el reglamento de instrucción y táctica de cada arma, la Inspección de Armas y los Consejos de Guerra.
    La primera victoria de armas patriota fue en Suipacha el 7 de noviembre de 1810, pero siete meses más tarde, el 20 de junio de 1811 se produjo el desastre en Huaqui con la huida masiva de las tropas criollas.
    Un año después de la primera campaña al Alto Perú, el Teniente Coronel José de San Martín cruzó el Atlántico y creó el Regimiento de Granaderos a Caballo, el 12 de marzo de 1812, con el objetivo principal de libertar la América continental de los realistas que conservaban el poder colonial. Se sucedieron combates y batallas donde el dominio imperial se fue desplomando como las fichas de un dómino, y fue la Batalla de AYACUCHO, la que cortó definitivamente las cadenas coloniales.
    En el siglo XIX, el ejército participó en innumerables combates tanto dentro como fuera de nuestro territorio. El coraje y la hidalguía de sus hombres fueron una constante. Podemos sintetizar la esencia del ejército de ese lapso histórico en el nombre de Juan Martín de Pueyrredón, uno de los lideres de la Revolución de Mayo; Martín Miguel de Güemes, paladín de la defensa de la frontera norte; Hilario Lagos, Julián Martínez y Laureano Díaz jefes de frontera; Juan Galo Lavalle, representante notable de la caballería argentina y Justo José de Urquiza quien fue el impulsor de la Organización Nacional.
    El siglo pasado con sus grandes cambios tecnológicos, políticos y económicos, encontraron en el ejército a una institución de la República que contribuyó al desarrollo nacional. Tuvieron un rol preponderante el general Pablo Ricchieri, en cuanto a la profesionalización del ejército nacional; el general Enrique Mosconi, uno de los mayores exponentes en la ejecución de políticas de las cuales los recursos naturales fueron el motor del desarrollo económico, industrial y social del país; el general Manuel Savio, quien fuera el impulsor de la industria siderurgia nacional y el general Andrés Pujato, quien estuvo al mando de la primera expedición argentina a la Antártida.
    En 1982, el ejército enfrentó militarmente a Inglaterra por la soberanía de las Islas Malvinas. En dicha contienda, los integrantes de esta fuerza militar demostraron coraje, valentía e ingenio para intentar derrotar al enemigo, a pesar de los muchos inconvenientes que sufrieron como la falta de recursos o el clima imperante. La derrota militar no le baja el valor a la gesta, en la cual sus integrantes dieron lo más preciado que puede tener una persona, su vida. El teniente Estévez es el ejemplo más nítido del hombre de armas argentino que murió defendiendo a la Patria.
    En la actualidad, el ejército es empleado para cooperar con las diferentes comunidades que se han visto perjudicadas por eventos climatológicos o de otra índole. Los habitantes de Bahía Blanca y Zárate fueron testigos del trabajo incansable de los cuadros y soldados del Ejército Argentino. En nuestra ciudad, el regimiento 6 desde la inundación de 1959 hasta la última en 2024, ha estado al servicio de sus convecinos que sufrieron y sufren las inclemencias de la naturaleza. En la pandemia del COVID-19, todos los rincones del país fueron apoyados por los integrantes de esta institución creada cuatro días después del nacimiento de la patria. 
    Esta es parte de la historia del Ejército Argentino, una fuerza militar que llega a mas argentinos que nunca mediante la asistencia y apoyo a las necesidades de sus ciudadanos en desastres naturales, misiones de paz y la preparación para la guerra. Pero que sobre todo se mantiene fiel al compromiso de defender con rigor, de servir con honestidad y a impulsar la libertad de expresión, el respeto por la ley y la sana convivencia entre todos. Valores con los que fue constituido y que comparte sirviendo en pos del sistema representativo, republicano y federal desde hace ochenta mil días a varias generaciones de habitantes del país. Un ejército que en 2025 está cumpliendo doscientos quince años, ansiando un futuro de tanta gloria como la acumulada en el pasado.

    Temas
    • Magazine

    AUTOR

    Juan Ignacio Garasino
    Juan Ignacio Garasino

    Comentarios

    Para comentar, debés estar registrado

    Por favor, iniciá sesión

    INGRESA
    Ads
    Ads
    Ads
El Heraldo
SECCIONES
  • Agro
  • Carnaval
  • Ciencia
  • Cronograma
  • Cultura
  • Deportes
  • Ecología
  • Economía
  • Educación
  • Efemérides
  • Espectáculos
  • Gastronomía
  • Informativo Docente
  • Interés General
  • Opinión
  • Policiales
  • Política
  • Salud
  • Sociales
  • Tecnología
  • Turismo
  • Judiciales
2025 | El Heraldo| Todos los derechos reservados: www.elheraldo.com.arEl Heraldo S.R.L es una publicación diaria online · Director Periodístico: Roberto W. Caminos
Términos y condicionesPrivacidadCentro de ayuda
Powered by
artic logo