El amor nos envía y nos convierte en sus servidores

El papa León XIV recordó este viernes al Consejo de Representantes de Cáritas Internationalis, a quienes recibió en el Vaticano, que el amor recibido de Cristo "nunca es un tesoro privado, sino una misión confiada a nuestras manos".
En su discurso, el pontífice destacó que esta organización encarna la vocación de la Iglesia por los más vulnerables. Citó las palabras del papa Francisco: "Cristo elige a los pobres, a los más necesitados, a los abandonados y a los marginados". El Santo Padre también señaló el origen de esta misión en la Eucaristía, donde, como recalcó, el Señor "habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo".

El amor como misión
León XIV se refirió a su exhortación Dilexi te, en la que escribió sobre el amor de Cristo como un don que siempre exige una respuesta. "El amor nos envía; el amor nos hace servidores; el amor nos abre los ojos a las heridas de los demás", dijo el Papa.
También destacó la importancia de Cáritas como "signo luminoso del amor maternal de la Iglesia", que coopera fielmente con el Sucesor de Pedro al servicio de cada persona.
Paz,  justicia, verdad
El Santo Padre recordó que la labor de Cáritas cumple con los tres pilares que mencionó en su primer discurso al Cuerpo Diplomático: paz, justicia y verdad.
"Estos pilares no son ideas abstractas. Son la labor diaria de Cáritas", enfatizó. Cada gesto de apoyo a los pobres, los migrantes y los olvidados hace "más creíble el testimonio de la Iglesia", dijo el Papa.

El camino común de la Iglesia
El Santo Padre animó a Cáritas a seguir acompañando a las Iglesias locales, a fortalecer la formación de líderes laicos y a fomentar la unidad dentro de la diversa estructura de la organización.
"La misión de la Iglesia solo se desarrolla cuando caminamos juntos como compañeros, permitiendo que el Espíritu Santo guíe nuestras obras de misericordia", afirmó.
Por último, León XIV encomendó a los miembros de Cáritas al cuidado de María, Madre de los Pobres, pidiéndoles los dones de valor, perseverancia y alegría. (AICA)