Asamblea Diocesana de Pastoral: una Iglesia viva, en salida y al encuentro del hermano

El pasado sábado se llevó a cabo la Asamblea Diocesana de Pastoral en las instalaciones del Colegio de las Hermanas Mercedarias, en Concordia.
El encuentro reunió a referentes parroquiales y de distintos ámbitos pastorales de toda la diócesis, en una jornada de oración, reflexión y fraternidad.
La asamblea comenzó con una dinámica de animación e intercambio, seguida por un profundo momento de adoración eucarística, durante el cual el obispo diocesano, mons. Gustavo G. Zubriggen, compartió unas palabras sobre la marcha del Camino Pastoral que viene recorriendo la Iglesia local.
Luego se desarrolló una instancia formativa acompañada de trabajos grupales.
Al mediodía, los participantes celebraron la Eucaristía presidida por el obispo, junto a sacerdotes y diáconos permanentes, y concluyeron la jornada con un almuerzo fraterno.

Profundizando la segunda meta pastoral diocesana
Esta asamblea fue la tercera y última instancia diocesana del año 2025, y tuvo como eje la profundización de la segunda meta pastoral, nacida del discernimiento comunitario:
“Afianzar el acompañamiento y revitalizar todos los sectores parroquiales, para generar procesos de encuentro, propiciar la escucha, valorar a cada integrante de la comunidad y, como hermanos, ser una Iglesia viva, sanadora, en comunión y participación.”
Para avanzar en esta dirección, el Consejo Diocesano de Pastoral convocó al Equipo Diocesano de Animación Misionera, encargado de animar la reflexión sobre la dimensión misionera que constituye la esencia misma de la vida cristiana.

“La misión nace del corazón mismo de Dios”
“La misión nace del corazón mismo de Dios: el Padre envía al Hijo, el Hijo nos da su Espíritu, y así la Iglesia existe para salir, anunciar y evangelizar”, expresó Silvana Medina, integrante del Equipo de Animación Misionera.

Medina remarcó que el bautismo nos convierte en discípulos misioneros, llamados a llevar el Evangelio a la vida concreta de las personas: “La parroquia no puede ser solo un lugar que conserva y administra; está llamada a ser un verdadero centro de envío misionero”, subrayó.
Asimismo, señaló que la misión se despliega “en todos los ámbitos donde late la vida: la familia, la calle, la escuela, el mundo digital y las periferias humanas”.

“Salir al encuentro de todos sin excepción”
Durante su homilía, mons. Gustavo Zurbriggen agradeció el servicio de los equipos diocesanos de Animación Misionera y de Pastoral Juvenil, destacando que “están para servir a las comunidades, acompañarlas y ayudar a implementar creativamente las metas pastorales elegidas por todos”.
El obispo recordó que para ser verdaderos misioneros “debemos aprender de Jesús, el misionero del Padre, que buscaba a los descartados de la sociedad y los enamoraba con su presencia”.
Invitó además a conocer a Jesús a través del Evangelio, a orarlo en comunidad y a salir al encuentro “de los enfermos, los pobres y los que sienten que no tienen lugar en nuestras comunidades”.
“Estamos llamados a acoger a todos con corazón fraterno —concluyó— y a ofrecer el tesoro que poseemos: la persona de Jesucristo, manifestación viva del amor salvífico de Dios.”

De esta manera, la Asamblea Diocesana de Pastoral reafirmó el compromiso de la Iglesia de Concordia con su misión evangelizadora, una Iglesia que escucha, discierne, sale y sirve, fortaleciendo los lazos comunitarios y renovando la esperanza en el camino pastoral compartido.