El pedido de justicia de Sheila: “Voy a ser la voz de mi hermana hasta el último día”
En medio del profundo dolor por la pérdida, la familia de la joven de 26 años que fue asesinada el martes en Concordia exige justicia y reclama que el caso no quede impune. Diario El Heraldo dialogó con Sheila, hermana de la víctima, quien relató los momentos previos al ataque, los antecedentes de violencia y el drama que hoy atraviesan los cuatro hijos de la mujer fallecida.
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“Estamos totalmente destrozados. Únicamente tenemos la fuerza de ver a nuestros cuatro sobrinos, hijos de mi hermana, mirarlos y sacar fuerza por ellos y pelear por la justicia, por su mamá”, expresó Sheila. La víctima era madre de cuatro niños de 11, 7, 6 y apenas 4 meses.
La joven aseguró que durante meses convivieron con un clima de amenazas e intimidaciones por parte de la familia de la menor acusada del homicidio. “Hicimos cinco denuncias contra esta chica y una contra su tío. Yo no podía salir a la calle porque me corrían con piedras. Vivíamos con el temor de que pase algo”, relató.
Sheila explicó que los ataques eran constantes: “Cruzaban por mi domicilio con cuchillos, con manoplas, con cables, con lo que fuese. Venían a provocar, a querer pegarme a mí. Esta menor se ensañó porque yo le cobré una plata que me debía. Desde ese momento empezó todo”.
La hermana de la víctima también recordó que la propia madre de la adolescente había reconocido la agresividad de su hija. “Ella me dijo: ‘Me voy a quedar acá esperando a que venga porque yo sé lo agresiva que es’”, contó.
El día del crimen, la violencia escaló de forma irreversible. Según relató Sheila, tras una nueva discusión, la menor tomó un cuchillo y atacó a su hermana. “Cuando le pegaron la puñalada, mi hermana entró y yo empecé a gritar: ‘Le pegaron mal, está sangrando mucho’”.
La situación fue desesperante: “Queríamos llamar a la ambulancia, pero ellos seguían tirando piedras y botellas, rompieron todos los vidrios de la ventana. Un vecino arrimó el auto y mi cuñado tuvo que salir con mi hermana muerta en los brazos, hasta la esquina, en medio de los cascotes y con los cuchillos en la mano. Fue un momento horrible, que no le deseo a ninguna familia”, relató entre lágrimas.
En medio del duelo, la familia prepara una marcha y evalúa acciones judiciales. “Vamos a poner un abogado y a marchar hasta el último día. El caso de mi hermana no va a quedar archivado ni guardado. Yo voy a ser la voz de mi hermana hasta el último día”, afirmó Sheila. Por último, pidió que la justicia actúe con celeridad y firmeza: “Esto no tendría que haber pasado si se tomaban las medidas correspondientes en su momento. Hoy solo pido justicia por mi hermana y que a nadie le toque pasar lo que estamos atravesando con tanto dolor”.
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