El Día de la Hispanidad
Sin duda le corresponde a España el reconocimiento de haber abierto el camino de América y a los Reyes Católicos la gloria de haber iniciado su exploración, y colonización trayendo a América todo el saber cultural de esa nación navegante y arrojada.
Y esa hazaña la realizó España porque las ciencias vinculadas a la navegación y también porque la construcción naval marchaba a la cabeza de las naciones europeas en los barcos de navegación oceánica
Es indudable, sin embargo, que otros pueblos en el siglo XV o antes, habían tocado sus costas,
Islandia, llamada en su tiempo Tule, fue descubierta por los irlandeses en el siglo VIII (795). El pirata noruego Naddod arrastrado por una tormenta, llegó también a Islandia en el siglo IX (861)
Más tarde los vikingos en su gran expansión, la colonizaron de acuerdo a las sagas noruegas sobre Erik el Rojo, y en esa misma tradición hablaba de la existencia de tierras hacia el Oeste.
Leif Eriksson, hijo de Erik el Rojo arrastrado por una tempestad, cuando desde Groenlandia se dirigía a Noruega, llegó al litoral del continente americano en el año 999. Fueron nombrando los sitios que veían sin desembarcar, como Helluland (tierra de las rocas) donde fue imposible desembarcar y vieron muchos zorros. Luego vieron Markland (tierra de árboles) y finalmente Vinland (tierra de la viña) donde encontraron campos de trigo y viñas. A pesar de varios intentos, no pudieron establecerse por la hostilidad de los habitantes, dejando escasos vestigios de su paso por el sitio. Donde en cambio, llegaron a establecerse fue en Groenlandia, llegando a tener allí una colonia organizada con un obispado.
También los pescadores vascos, que fueron pescadores de ballenas, como los habitantes de Zarauz, según el fuero otorgado por Fernando III de Castila (Burgos 1237)
Por 1381 se pescaba más allá del Golfo de Vizcaya y salían de Guetaria, también de Donostia (San Sebastián) llegando a la “Isla de los Bacalaos”, esto es ya Terranova. Algunas tradiciones vascas dan el nombre del primero que llegó a ellas como Juan de Echaide. Es muy probable entonces que los pescadores del Golfo de Vizcaya, sin ningún propósito descubridor ni colonizador llegaran a Terranova y a las islas inmeditas antes que Colón o sea a América.
Los conocimientos de navegación del siglo XV
El rey portugués Juan II (1481) fue el continuador de la obra del Infante creador de la obra “Junta dos Mathematicas” la cual redactó un Manual de Navegación que contiene unas tablas de la declinación solar y las instrucciones necesarias para situar un buque por medio de las tablas y los instrumentos. Las tablas están basadas en la “Tabula Declinationis” del Almanaque Perpetuo de Zacuto (Abraham Ben Samuel Zacuth), judío español, natural de Salamanca en cuyas escuelas explicó Astronomía. Era un protegido del obispo don Gonzalo de Vivero.
La brújula fue conocida durante las Cruzadas por los árabes, quienes convirtieron a la aguja imantada en un instrumento útil, fijándola sobre un pivote y encerrándola en una cajita (Brixola, brújula).
En Mallorca hubo durante los siglos XIV y XV una escuela de cartógrafos judíos o conversos y el más sobresaliente fue Abraham Cresques, autor de la famosa Carta Catalana de 1375. Otro judío mallorquín Jefuda Cresques que al bautizarse tomó el nombre de Jaume Ribes, que se desempeñó en Portugal donde fue llamado Jacobo de Mallorca.
Los conocimientos de Colón
Cristóbal Colon, contado por el mismo comenzó a navegar a los 14 años. Era autodidacta en sus conocimientos náuticos relacionados con la Astronomía, Cosmografía y Geometría y era diestro en la confección de mapas. Cuando en 1486, llegó Colón a Castilla, había ya navegado durante veintitrés años en el mar. Había estado antes al servicio de la Casa Centurione de Madeira desde 1476 hasta poco antes de 1486, viajando a Inglaterra o Britania y a Islandia (Tule) donde tuvo la oportunidad de escuchar muchos relatos sobre la posibilidad de llegar al Asia, viajando hacia el Oeste.
Como surge de lo expresado tenía Colón amplios conocimientos náuticos, además conocía la redondez de la tierra como muchos otros por los descubrimientos del griego Eratóstenes (194 a.C.) el que había demostrado que un palo clavado en tierra en Asuán, a medio día no hacia sombra, mientras que el Alejandría sí. Midió la sombra proyectada por el palo en Alejandría y con la ayuda del ejercito midió la distancia entre ambos puntos. Por regla de tres estableció las medidas de la circunferencia terrestre.
Colón además había leído en la Biblioteca de Sevilla IMAGO MUNDI (Imagen del Mundo) del Cardenal Pedro de Ailly. También la RELACIÓN del veneciano Marco Polo, que cuenta su viaje al interior del Asia que duró 20 años, de 1271 a 1295 “El libro de las maravillas del mundo”, como también HISTORIA NATURAL de Plinio.
Para poder leer y entender estas obras, era necesario tener conocimientos de latín y Colón los tenía, seguramente aprendidos en la escuela de Génova. No era raro que Colón supiera esa lengua, porque siendo comerciante, marino y genovés entendería las lenguas en las riberas del Mediterráneo occidental, empleada también por los notarios de la Liguria.
Colón también en ese idioma mantenía correspondencia con el médico y matemático Paolo del Pozzo Toscanelli quien sostenía la tesis del arribo al Asia por la ruta del Oeste por el Océano Atlántico. Un cuento de marineros hablaba de un piloto, que desviado por vientos contrarios hacía el Poniente cuando iba a Inglaterra, había reconocido una o varias islas de las Indias. Cuando los vientos fueron favorables, dio la vuelta de su navío hacia las costas de Europa. En este viaje de retorno, murió casi toda la tripulación. Solo él y tres o cuatro marineros pudieron llegar maltrechos a las costas de Portugal. Colón acogió en su casa al piloto y escuchó de su boca informes de la tierra que había descubierto, y aún le hizo marcar la posición. Luego, tanto el piloto que se llamaba Alonso Sánchez de Huelva fallecieron. Sea cierta o no esta historia, Colón ya estaba resuelto a seguir la ruta del Oeste para su arribo a las Indias. El error principal de Colón era el de creer que la tierra era más chica y qué, además, había un continente entre Europa y Asia.
Colón hablaba mal el italiano y no escribía en ese idioma. Si hablaba portugués, castellano y vasco, lo que no llama la atención, pues esos idiomas es la jerga de los marineros y los puertos
Cuando se realizan las crónicas históricas, siempre se mencionan las tres carabelas, pero la nave tripulada por Colón, no era una carabela sino una nao. La “Pinta” aunque carabela, era también embarcación de gavia, es decir con cofa, que al parecer no tenía “La Niña”, aparejada de velas latinas. La nao, vale decir la “Santa María” tenía dos castillos, uno a proa y otro a popa, era de aparejo redondo y tenía cofa, igual que la “Pinta” y era propiedad de Juan de Bengoa “El Vizcaíno”, notable cartógrafo y explorador y ofreció su nave a Colón. Tenía como apelativo Juan de la Cosa y así quedó por un error histórico. El nombre anterior de la “Santa María” era “La Gallega”
El diario de a bordo de Cristóbal Colón, comentado por Fray Bartolomé de las Casas comienza diciendo: que la partida desde Puerto de Palos el viernes 3 de agosto de 1492 “Partimos viernes tres días del mes de agosto de 1492 años de la Barra de Saltés a las ocho horas; anduvimos con fuerte virazón hasta poner el sol hacia el Sur 60 millas, que son quince leguas; después al Sudueste y al Sur cuarta del Sudueste, que era el camino para las Canarias”
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