Argentina: de la estanflación a la híper recesión
Mucho se ha hablado en el pasado de que “había dos Argentinas”, esta vieja frase hoy más que nunca toma relevancia, y la vemos especialmente reflejada en la enorme distancia que existe entre la macroeconomía a nivel Nacional y la economía real.
A nivel Nacional se ha logrado avances importantes en la macro como: el equilibrio fiscal, el proceso de recuperación de las reservas, disminución de la emisión monetaria, relativa estabilidad del precio del dólar, baja del riesgo país, y hasta saldo positivo de la balanza comercial.
El equilibrio fiscal el Gobierno Nacional lo logró en este primer trimestre del 2024 a base de un fuerte ajuste del gasto público (sin precedentes en la historia económica Argentina), que en términos reales cayó en este período un 40 %.
El principal ajuste fue la obra pública con una reducción del 90 %, las transferencias a provincias con una reducción del 70 %, recorte en subsidios con una caída del 68 %, y la licuación de los salarios, las jubilaciones y las pensiones con una caída del 38 %.
La respuesta a la pregunta en cuanto a que, si el gobierno logró o no sostenibilidad desde el punto de vista fiscal, todavía está en duda; ya que al mismo tiempo comenzó el Estado Nacional a tener una fuerte caída en los ingresos, con motivo de la profundización de la recesión económica, donde para este año ya se está previendo una caída en términos del PBI del 2,8 %.
Con respecto al proceso de recuperación de las reservas internacionales (al principio de la gestión el país tenía U$S 11.100 millones de reservas netas negativas) hoy cuenta con reservas netas positivas, o sea el activo del Banco Central pasó a ser mayor a su pasivo.
¿Por qué es importante tener reservas netas positivas? Porque esto muestra la capacidad que tiene la entidad monetaria de defender su moneda, difícilmente el BCRA pueda enfrentar corridas o contrarrestar shocks de confianza si debe más de los que tiene.
Por otra parte, más allá de que sigue habiendo emisión de pesos, fundamentalmente para pagar los intereses de las LELIQ y pases, se está licuando la base monetaria por inflación, ya que se dejó de utilizar esta herramienta como mecanismo de financiamiento del Tesoro.
Todos estos logros hicieron que el Riesgo País baje sustancialmente por debajo de los 1300 puntos, que es uno de los objetivos que persigue el Gobierno Nacional, para conseguir financiamiento a tasas razonable (menos del 10 % anual) en el segundo semestre del año.
Para esto es necesario que siga bajando este índice por debajo de los 630 puntos.
Sin embargo, en éste mismo período (primer trimestre del 2024) los salarios y jubilaciones cayeron un 20 %, la actividad económica se contrajo un 7 %, la pobreza pasó de 44,9 % a 51,8 % (es decir 3,2 millones de nuevos pobres), cayeron las expectativas de empleo a 6 puntos, incremento de la presión tributaria (tanto vía aumento de alícuotas como vía reducción de subsidios y aumento de tarifas), y caída del consumo del 22,1 %.
O sea una parálisis de la actividad que no se veía desde el 2001.
Estos datos implican que la mayoría de los Argentinos han tenido que bajar su nivel de vida, resignar actividades, muchas veces tan necesarias como ir al médico, e incluso también recurrir a ir gastando sus ahorros.
En este contexto (inflación, caída del consumo y pérdida de empleos) es muy difícil de prever ¿hasta cuándo se puede sostener esta situación?
Es decir, si las familias Argentinas están dispuestas y/o en condiciones de aguantar un período de tiempo prolongado hasta que el país recupere la senda del crecimiento.
Mientras tanto la Argentina ya se encuentra en recesión con niveles de inflación elevados, y dada la magnitud del fuerte ajuste implementado por el Gobierno Nacional, la contracción de la economía se está profundizando rumbo a una híper recesión, ya que la misma está tomando las características de ser prolongada y profunda, caracterizada por una disminución significativa en la actividad económica, la producción y el empleo.
Esto puede poner en riesgo los buenos resultados obtenidos en el primer trimestre de este año, a nivel macro por el Gobierno Nacional, y conlleva el peligro de entrar en un círculo vicioso, en el que para mantener el equilibrio fiscal sea necesario mayor ajuste, y que esto genere a su vez mayor recesión… y así sucesivamente.
En fin, el tiempo dirá la verdad, pero lo cierto es que la Argentina está hoy en una nueva etapa de su ciclo económico, caracterizado por una híper recesión, cuyo devenir plantea desafíos y dificultades de grandes magnitudes para todos, con la incertidumbre de que todo éste esfuerzo pueda ser en vano, y que la tan deseada recuperación económica nunca llegue.
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