Tradición, un bien recibido de nuestros mayores
El título de esta nota expresa con simpleza, el significado de Tradición. Cada país tiene sus propias tradiciones, algunos pueblos la cuidan, la celebran y la viven más que otros.
Es la riqueza cultural, que a lo largo del tiempo fueron atesorando, quienes nos antecedieron:
Costumbres, poesía, canciones, ritos, comidas. Todos aquello que hoy forma del ser argentino, y le da identidad. Una identidad que nos hace sentir orgullosos.
Desde el Martín Fierro, Don José Hernández, nos relata vida y costumbres de los gauchos y sus valientes mujeres. Enfrentando la soledad, la persecución y la injustica, que es una vieja, y egoísta habitante de nuestra patria. Cuando ser pobre era ser un matrero, un pendenciero, un don nadie. Realidad que hoy se repite y lastima a gran parte de nuestro pueblo.
Pero la tradición criolla, nos marca un modo de vida. Por supuesto, siempre mal vista y condenada, por los que siguen anhelando haber nacido en la vieja Europa.
Que costumbres hermosas nos dejaron, y que no debiéramos abandonar nunca:
La mateada, era sacramento de amistad que “se celebraba “alrededor del fogón, como lo hacía el gaucho en días de invierno. Acompañados por ese humilde y sabroso bocado, amasado por las manos curtidas de aquellas mujeres; la torta frita, ¿quien dice que no cuando con ella nos convidan?. Harina, sal, agua y grasa, un amasado y ya estaba listo, eso que era y sigue siendo, alimento y alegría inigualable.
Pero para celebrar acontecimientos importantes, de la familia, de la patria; un locro, bien condimentado o quizás un asadito de esos que aún hoy nos hacen suspirar, especialmente cuando solo podemos verlo en una conservadora. Es como una foto que nos recuerda tiempos en que, cada cumpleaños, cada domingo los compartíamos en familia.
Tradición, es disfrutar de o bailar la belleza de una zamba, romántica, una alegre chacarera o un chamame, bailado bien juntitos, mejilla con mejilla. O un varonil malambo, donde los hombres, hacen temblar el piso con su zapateo. Gracias a maestros de folclore, que casi siempre con dedicación, esfuerzo y casi sin los medios necesarios mantienen viva en nuestra memoria tanta riqueza.
También los artistas, cantantes, que con sus inspiraciones y sus voces, entregan generosamente a sus pueblos canciones maravillosas, que fortalecen nuestro espíritu, especialmente en tiempos difíciles y nos inundan con melodiosas poesías el alma. A ellos nuestra gratitud y nuestro recuerdo.
Hace poco, periodistas le preguntaron a un joven norteamericano, porque había elegido a la Argentina para vivir; él con sencillez respondió ,”primero me enamoraron sus paisajes, luego la comida tan sabrosa, pero lo que más me cautivó fue que aquí los vecinos se saludaban, y cuando se encontraban los amigos se abrazaban , cosa que en mi país no se usa. Ustedes hacen un culto a la amistad, y la viven intensamente.”Por eso y muchas cosas más que no vi en otros pueblos , elegí esta gran nación para quedarme”.
Como nos recuerda siempre el periodista José Luis Sack, “a las tradiciones no solo hay que contarlas, hay que vivirlas”. Si no la vivimos, perdemos identidad y e una riqueza inmensa como era “ estrecharse la mano, para sellar un compromiso”, esos que aún con papeles firmados muchas veces, hoy, no se respetan.
Nuestra tradición argentina, esa que recibimos en herencia, es muy rica y nos ayudaría mucho en construir esa nación que soñamos. A todos en un abrazo, en un apretón de manos simbólico, les deseos un feliz día.
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