Síntomas que hay que conocer para actuar a tiempo y reducir el daño cardíaco
Hay cuatro señales de alerta que demandan una rápida atención ya que podrían estar vinculadas con las enfermedades cardiovasculares que son la principal causa de muerte en la Argentina.
Un dolor repentino en el pecho, quedarse sin aire mientras se realiza una actividad habitual, perder de manera súbita el conocimiento o sentir palpitaciones asociadas a un latido acelerado o irregular son síntomas de que, si el cuerpo fuese un semáforo, se activaría el color rojo y apuntaría al corazón.
“Estos síntomas deben alertarnos para realizar una consulta cardiológica, ya que pueden ser manifestación de algún defecto en la función del músculo cardíaco o una alteración en su irrigación. También pueden ser manifestaciones de trastornos eléctricos o alteraciones en otras estructuras cardíacas”, explicó el doctor Hugo Sanabria (M.N. 98.220).
En la Argentina, no hay datos oficiales sobre la cantidad de infartos que se producen al año, pero las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte: provocan uno de cada tres fallecimientos. Una consulta inmediata ante estas señales de alerta es una recomendación habitual para contener los daños de un evento agudo, pero toma aún más relevancia en el marco del Día Mundial del Corazón, que se conmemora este 29 de septiembre.
Sanabria destacó: “La consulta al especialista en cardiología puede ser oportuna aún en ausencia de síntomas, para una correcta valoración de nuestra salud vascular y un manejo apropiado de factores de riesgo como la hipertensión arterial, los trastornos de los lípidos en sangre y la obesidad. De esta forma, se puede prevenir el desarrollo de complicaciones cardíacas”.
Problemas agudos: actuar rápido para reducir el daño
“Ante la presencia de un dolor de pecho que puede sentirse como opresivo e irradiarse a la espalda, mandíbula, oído, estómago y brazos, se puede sospechar de un evento coronario agudo. Este dolor suele aparecer al hacer esfuerzos y desaparecer en pocos minutos al cesar la actividad. Cuando el dolor se presenta y dura más de 10 minutos se debe consultar a la brevedad a un sistema de emergencia”, explicó el doctor Juan Pablo Costabel (M.N. 119.403), jefe de Unidad Coronaria e Internación.
Los problemas coronarios agudos se producen por la “rotura” de una placa de colesterol dentro de una arteria coronaria. Dentro de estas patologías, se incluyen las anginas inestables y los infartos de miocardio y, en ambas, se reduce el flujo sanguíneo que llega al corazón. El tiempo que se tarde en iniciar el tratamiento tiene una incidencia directa en el pronóstico, ya que, cuanto antes se restituya el flujo sanguíneo, antes se limita el daño cardíaco.
Además del dolor en el pecho, la disnea o dificultad respiratoria y la fatiga, también pueden estar indicando una angina de pecho atípica o alguna cardiopatía, por lo que demandan una evaluación médica. El mareo es un síntoma muy inespecífico y puede deberse a distintas causas, en ocasiones, es la situación previa al síncope y puede estar acompañado por pérdida de conocimiento.
“Las palpitaciones o sensación de que el corazón no late con normalidad podrían referir a una arritmia y lo habitual es que tengan un significado benigno, pero también podrían estar advirtiendo sobre alguna cardiopatía importante, por eso no hay que dejar de consultar siempre que se produzcan y no conozcamos su naturaleza. Los síntomas del infarto de miocardio son variables. No son los mismos en todas las personas: cada una puede presentar una combinación distinta”, agregó el experto.
La fibrilación auricular
La fibrilación auricular es un tipo de arritmia que se caracteriza por generar un pulso irregular y frecuentemente más rápido del corazón. La persona además puede sentirse con cansancio fácil, falta de aire y mareos y, en algunas ocasiones, aunque no es lo más frecuente, puede llegar a perder el conocimiento.
“Es una arritmia asociada claramente a la edad, la presencia de presión alta, obesidad, sedentarismo, tabaquismo, diabetes y la práctica de deportes de alto rendimiento”, explica el cardiólogo Fernando Scazzuso (M.N. 83.184), jefe de Electrofisiología y Arritmias.
Al igual que con otras situaciones de riesgo cardíaco, cuando una persona percibe la presencia de esta arritmia debe concurrir a la consulta médica para que el profesional inicie su evaluación y determine cuál es la mejor estrategia de tratamiento.
“En general y sin entrar en excepciones, el tratamiento se basa en la administración de fármacos antiarrítmicos y drogas anticoagulantes para evitar la principal complicación de esta arritmia: la embolia cerebral. Si el paciente no responde a los medicamentos, el siguiente paso es la realización de una ablación para eliminar los focos que provocan esta arritmia y así poder retornar a una vida normal”, indicó el especialista.
La estenosis aórtica
La estenosis aórtica es una obstrucción en la salida del corazón, que imposibilita la irrigación normal del organismo. El doctor Fernando Cura (M.N. 82.590), jefe de Cardiología Intervencionista, explicó: “La válvula aórtica se puede afectar por dos motivos: una forma congénita que se presenta en pacientes más jóvenes y una forma asociada a la edad avanzada que calcifica y obstruye la válvula”.
¿Cuándo se considera que la estrechez de la válvula aórtica es severa? Cuando mide menos de 1 centímetro cuadrado, manifestó Cura. Al llegar a este punto, comienza a provocar síntomas como agitación, fatiga, dolor de pecho o síncopes.
“La mejor forma de diagnosticar una estenosis aórtica severa es mediante el relato del paciente, quien percibe los síntomas. A través de los estudios complementarios, se detecta la afección de la válvula. El más completo es la ecografía doppler color, que permite visualizar todas las estructuras del corazón y comprender el funcionamiento”, dijo.
Las formas de tratamiento son dos: el reemplazo quirúrgico de la válvula aórtica, que se realiza en pacientes jóvenes o el implante valvular mediante catéteres que se realiza en pacientes de edad avanzada. “Estos dos métodos adecuadamente aplicados deberían llevar al paciente a una vida normal de una forma rápida y segura”, concluyó.
Control y prevención de las enfermedades cardiovasculares
Para reducir el riesgo de desarrollar complicaciones cardiovasculares, hay una serie de recomendaciones que son fundamentales y resultan muy efectivas. Las más importantes son:
Mantener una alimentación saludable.
Reducir la ingesta de sal.
Realizar actividad física de forma regular.
Un manejo adecuado del estrés.
Un descanso apropiado.
Evitar el consumo de tabaco y el exceso de alcohol.
“Estas acciones nos permiten mantener un peso saludable y un control adecuado de las cifras de presión arterial y de glucosa y grasas en sangre, factores que inadecuadamente controladas favorecen el desarrollo de complicaciones cardiovasculares. Por ejemplo, los pacientes con diabetes con inadecuado control metabólico tienen dos veces más riesgo de presentar un infarto agudo de miocardio o desarrollar insuficiencia cardíaca”, sumó el doctor Sanabria, Jefe de la Clínica Diabetes del ICBA (Instituto Cardiovascular).
Día Mundial del Corazón: síntomas que hay que conocer para actuar a tiempo y reducir el daño cardíaco
El especialista les dejó un mensaje a los pacientes: “Generar un entorno saludable en nuestros hogares y comunidades debe ser un objetivo a alcanzar. No dejes de consultar con tu médico especialista en cardiología, que te brindará herramientas para mejorar tu salud cardiovascular evitando el desarrollo de complicaciones”. (TN)
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión