“Punto de no retorno”: advierten que el hielo antártico se derrite a mayor velocidad
Un estudio publicado en Nature reveló que la pérdida acelerada de hielo marino en la Antártida podría provocar cambios irreversibles en el clima global. Investigadores alertaron que el deshielo impacta en océanos, corrientes y vida marina.
La pérdida acelerada de hielo marino en la Antártida alcanzó niveles críticos y, según un estudio publicado en la revista Nature, el fenómeno se acerca a un “punto de no retorno” que podría desencadenar cambios irreversibles en el clima mundial. Entre las consecuencias señaladas se encuentran el aumento del nivel del mar, la alteración de las corrientes oceánicas y la pérdida masiva de vida marina.
Los investigadores explicaron que desde hace años se registra una reducción sostenida del volumen promedio de hielo antártico, pero en la última década la velocidad del deshielo mostró una marcada aceleración.
Impacto global del deshielo
“La Antártida muestra señales inquietantes desde el punto de vista del hielo, el océano y los ecosistemas. Algunos de estos cambios abruptos serán difíciles de detener y tendrán efectos para las generaciones futuras”, sostuvo Nerilie Abram, investigadora de la Universidad Nacional Australiana y autora principal del informe.
El hielo antártico representa el 90% del total mundial y contiene suficiente agua congelada como para elevar el nivel de los mares en hasta seis metros. Su deshielo no solo eleva los océanos, sino que también altera la temperatura global, al reducir la capacidad de enfriamiento natural que posee el continente blanco.
Efectos en cadena y riesgos futuros
El estudio advierte que los cambios están “interconectados” y pueden potenciarse entre sí. Abram subrayó que una capa de hielo más reducida refleja menos radiación solar, lo que aumenta la absorción de calor por parte del planeta y acelera el debilitamiento de la Circulación Meridional de Vuelco, una corriente oceánica clave en la regulación climática global.
Los científicos consideran que la única vía para reducir el riesgo de un colapso irreversible es lograr recortes “rápidos y profundos” en las emisiones de dióxido de carbono durante esta década.
El rol de los gases de efecto invernadero
Los investigadores recordaron que los gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (CO₂), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N₂O), son los principales responsables del calentamiento global. Actualmente, la concentración de CO₂ en la atmósfera alcanza las 430 partes por millón, un nivel que, según la NASA, provocó un aumento de la temperatura global de 1,62°C respecto a la era preindustrial.
“Una vez que empezamos a perder hielo marino antártico, ponemos en marcha este proceso que se autoperpetúa. Aunque estabilicemos el clima, seguiremos perdiendo hielo durante muchos siglos”, advirtió Abram.
Producción mundial y crisis climática
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) señala que gran parte del calentamiento responde al uso de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas. La generación de energía, el transporte, la agricultura y la industria se ubican entre los principales responsables de esta crisis global.
La Organización de las Naciones Unidas ratificó que, sin un cambio drástico en la matriz productiva y energética, el planeta se encamina hacia escenarios con impactos catastróficos. Argentina, como el resto de los países, no es ajena a esta situación.
(Con información de AFP y Reuters)
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