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    El porqué de la guerra

    “El porqué de la guerra” es una carta con la que Freud responde a la pregunta de Einstein sobre las causas de la guerra. En el principio -dice Freud -los conflictos de intereses entre los hombres son solucionados mediante el recurso de la fuerza muscular que decidía la apropiación de los recursos del enemigo, imponía su voluntad, e incluso su muerte o esclavitud.

    13 de diciembre de 2025 - 09:00
    El porqué de la guerra
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    Este régimen-sigue Freud- se modificó gradualmente en el curso de la evolución que condujo al derecho, en el que la mayor fuerza de los individuos puede ser compensada por la asociación de los más débiles y en el que la violencia es vencida por la unión. La guerra es para Freud entonces un retorno de lo reprimido, una regresión a la barbarie que había sido superada por la cultura y la civilización y también un desbocamiento de la pulsión de muerte y destrucción, que habita en los hombres fusionada con eros, la pulsión de vida, que todo lo conserva y une. Traigo hoy a Freud y este texto de entreguerras porque algo grave sucede en Latinoamérica. El imperio norteamericano amenaza a Venezuela con la invasión de su territorio. Necesitan apropiarse de su petróleo, lo dicen sin ambages. Aquí, en nuestro país, no requieren de la fuerza, un gobierno servil le entrega todos nuestros recursos. Es un escenario nuevo, incierto, dramático. También lo es el imperio de la fuerza y la destrucción hacia adentro, hacia nuestro pueblo, hacia aquellos incluso que, paradójicamente, apoyan a su verdugo, por odio, por miedo, por confusión. El poderío de la fuerza bruta maltrata, reprime y destruye a los débiles, a los jubilados, a los discapacitados, a los pobres, a los trabajadores, a los docentes, a los estudiantes, quieren borrarlos del mapa y abolir sus derechos. La semana pasada estuvo marcada en la Provincia de Entre Ríos por la presentación por parte del gobierno provincial, del infame proyecto de cierre de profesorados terciarios de nivel superior, de institutos de formación docente. Esta medida cercena el futuro de pueblos enteros, de jóvenes que ven esfumarse las posibilidades de realización personal y colectiva y dejaría además a muchos docentes sin trabajo. Esta circunstancia produjo la sana reacción de la comunidad educativa entrerriana, a través de marchas y manifestaciones, incluso gran parte de aquella que había creído que, en verdad, la educación iba a ser un pilar en las políticas del actual gobierno. Estas manifestaciones deben crecer, para que el derecho, la justicia, se imponga como el” poderío de la comunidad”, contra la imposición autoritaria y fraudulenta. Esa que también con artimañas se impondrá como “reforma laboral”, eufemismo que alude al sojuzgamiento y esclavitud lisa y llana de los trabajadores, de los derechos conquistados, larga y cruentamente a partir de la lucha y la unidad de los obreros que se concretó con el primer peronismo. El gobierno pretende regresar aún muy atrás. Una referencia puede ser el informe de Bialet Massé de 1904, en el “Informe sobre el Estado de las clases obreras en el interior de la República”, en el que refiere que la explotación laboral superaba la esclavitud. Pulsión de muerte desatada, abuso de Poder, ausencia de la ley. Esas formas de sometimiento excedían los beneficios y las ganancias buscadas por el Patrón. En la introducción, dirigida al Ministro Joaquín V González”, dice que “son rarísimos los patrones que se dan cuenta de que el rendimiento del trabajo, es directamente proporcional a la inteligencia, el bienestar y la alegría, sobre todo, del obrero que lo ejecuta, y no al tiempo que dura la jornada, cuando esta pasa de su límite racional”. El asombro de Bialet, de que en el Patrón la pulsión de dominio vaya en contra de sus propios intereses, lo explica Freud cuando dice que la crueldad es concomitante a la pulsión destructiva. 
    Solo la elevación cultural, los lazos afectivos y de identificación que compromete a los seres humanos con sus mejores causas, el acicate de eros y el predominio de la pulsión de vida, que todo lo une y hace crecer, y sobre todo, la unidad y la asociación de los afectados en la busca de la justicia y el derecho como “el poderío de una comunidad”, puede restaurar la ley contra el Poder de la fuerza.

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    Sergio Brodsky
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