El dilema de Argentina con el MERCOSUR: reforma o ruptura
El presidente Milei puso sobre la mesa la posibilidad de que Argentina abandone el MERCOSUR. Si bien el bloque no ha dado todos los resultados esperados, salir sería un grave error estratégico. Perderíamos acceso preferencial a mercados clave, inversiones y cooperación regional.
El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) fue creado en 1991 como una iniciativa para fortalecer la integración económica y política de los países del Cono Sur. Conformado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela (actualmente suspendida), y con Bolivia en proceso de incorporación, el MERCOSUR ha sido, sin lugar a dudas, una pieza clave para la cooperación económica regional durante más de tres décadas.
Ventajas y la importancia del MERCOSUR
El MERCOSUR ha permitido a los países miembros acceder a un mercado común de más de 270 millones de personas, facilitando el comercio y la inversión intrarregional. Uno de sus principales logros ha sido la creación de un arancel externo común, lo que ha fortalecido la posición del bloque frente a negociaciones con terceros países y bloques como la Unión Europea o China.
También se ha promovido la cooperación en sectores clave como infraestructura, energía, salud, ciencia y tecnología, y se han implementado mecanismos para facilitar el tránsito de personas y la residencia entre países miembros, reforzando la dimensión social del bloque.
Desde el punto de vista comercial, el MERCOSUR ha sido relevante para muchas exportaciones argentinas, especialmente del sector agroindustrial y automotriz, que encuentran en Brasil un socio estratégico.
Resultados y beneficios concretos
Si bien el MERCOSUR ha permitido avances, es innegable que sus resultados están por debajo de las expectativas iniciales. A diferencia de otros procesos de integración como la Unión Europea, el MERCOSUR no logró constituirse plenamente como una unión aduanera efectiva ni mucho menos como un mercado común consolidado.
La integración productiva es limitada, el comercio intrabloque ha perdido dinamismo, y las asimetrías entre los países miembros siguen siendo un factor de tensión.
¿Por qué el MERCOSUR no produjo mayores beneficios?
Las principales razones por las cuales el MERCOSUR no alcanzó mayores resultados pueden resumirse en los siguientes puntos:
1. Falta de coordinación macroeconómica: Las políticas fiscales, monetarias y cambiarias dispares entre los países generaron asimetrías persistentes que impidieron una integración más profunda.
2. Rigidez institucional: La toma de decisiones por consenso y la ausencia de órganos supranacionales efectivos limitaron la capacidad del bloque para adaptarse a los cambios del entorno global.
3. Proteccionismo y barreras internas: Aunque se eliminaron muchos aranceles, subsisten barreras para-arancelarias, normas técnicas restrictivas y conflictos comerciales recurrentes entre socios, especialmente entre Argentina y Brasil.
4. Estancamiento de la agenda externa: La negociación con terceros países (como el acuerdo con la Unión Europea) ha avanzado con extrema lentitud, limitando el acceso de los países miembros a nuevos mercados.
5. Escasa participación del sector privado y baja integración productiva: Las cadenas regionales de valor están poco desarrolladas y las pymes no han sido plenamente incorporadas al esquema integrador.
6. Inestabilidad política e institucional en los países miembros: Los frecuentes cambios de rumbo en las políticas exteriores de los gobiernos dificultaron la continuidad y profundización del proceso de integración.
Contexto político y motivaciones
La postura del gobierno de Milei hacia el MERCOSUR no es nueva. Milei ha expresado claramente su preferencia por acuerdos bilaterales con Estados Unidos e Israel, incluso a costa de la membresía en el bloque regional. Su declaración de que Argentina seguirá “el camino de la libertad, acompañada o sola” durante la cumbre refleja esta determinación.
Las razones esgrimidas incluyen: restricciones del MERCOSUR para negociar acuerdos comerciales bilaterales, búsqueda de mayor flexibilidad en política comercial externa, y priorización de relaciones con economías desarrolladas sobre la integración regional.
Impacto económico: ¿Un golpe a las exportaciones argentinas?
El MERCOSUR es el principal destino de las exportaciones argentinas, representando el 21% del total (US$17.158 millones en 2024). Brasil, por sí solo, absorbe el 17% (US$13.611 millones), superando ampliamente a la UE, China y EE.UU.
Una salida implicaría: 1) Pérdida de acceso preferencial al mercado brasileño, con posibles aranceles a productos clave como autos, manufacturas y alimentos, 2) Riesgo para el acuerdo MERCOSUR-UE, recién firmado en diciembre de 2024, y el flamante pacto con la EFTA (julio 2025), y 3) Golpe a industrias integradas, como la automotriz, que depende fuertemente de Brasil.
Consecuencias geopolíticas: ¿Aislamiento o mayor autonomía?
Abandonar el MERCOSUR debilitaría la posición de Argentina en la región: 1) Pérdida de influencia en Sudamérica, dejando a Brasil como líder indiscutido del bloque, 2) Deterioro de la relación con socios clave, especialmente en un momento de tensiones políticas, y 3) Menor peso en negociaciones globales, ya que los bloques regionales suelen tener más fuerza frente a potencias como China o EE.UU.
Obstáculos institucionales y políticos
Proceso de salida complejo, se requeriría aprobación del Congreso argentino, donde el oficialismo es minoría.
Resistencia interna: Oposición de sectores empresariales con fuertes lazos regionales.
Preocupación en economías regionales argentinas dependientes del comercio con el bloque.
Conclusión:
Más allá de las críticas legítimas al funcionamiento actual del bloque, la salida de Argentina del MERCOSUR sería una decisión extremadamente riesgosa.
Las consecuencias podrían ser severas: pérdida de acceso preferencial a mercados clave (especialmente Brasil), disminución de la inversión extranjera directa, aislamiento en las negociaciones internacionales, e impacto negativo sobre el empleo y la producción local, especialmente en sectores industriales vinculados a la exportación regional.
Es cierto que el MERCOSUR está lejos de haber cumplido todas sus promesas, y que es necesario impulsar reformas profundas para dinamizar su funcionamiento. Pero también es cierto que su desmantelamiento sería un retroceso histórico para la integración regional.
En vez de retirarse, lo que Argentina necesita es liderar un proceso de modernización del bloque, con visión estratégica y pragmatismo, buscando convertir al MERCOSUR en una plataforma efectiva para el desarrollo y la inserción inteligente en el mundo.
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