También es una forma de vincularnos con nuestro cuerpo y nuestra mente”, explicó Levit al ser consultada por El Heraldo. En ese sentido, la profesional propuso un espacio pensado con afecto, con el objetivo de invitar a reflexionar sobre el autocuidado y ofrecer herramientas reales y sostenibles para mejorar la calidad de vida desde lo cotidiano.
Durante la charla, se abordaron preguntas clave como: ¿qué significa comer saludablemente?, ¿cómo puede la alimentación ayudarnos a prevenir enfermedades?, y ¿cómo mejorar nuestros hábitos sin caer en exigencias extremas? “Muchas veces, por el ritmo acelerado o la falta de información, terminamos descuidándonos sin darnos cuenta. Mi intención fue mostrar que con pequeños cambios, sostenidos en el tiempo, podemos sentirnos mejor y vivir con más bienestar”, señaló la licenciada.
Lejos de los discursos rígidos o culposos, Levit destacó la importancia de reconectar con el disfrute, la conciencia y el equilibrio. “El autocuidado no debería vivirse como una carga, sino como un acto de amor propio”, afirmó. Y agregó que hablar de salud de forma humana, cercana y real “es una manera de sembrar algo importante en la comunidad”.
Uno de los aspectos más valorados del encuentro fue la participación activa del público: hubo preguntas, anécdotas y un clima de genuino interés por incorporar cambios. “Me fui con el corazón lleno y profundamente agradecida. Este tipo de espacios me confirman por qué elegí esta profesión”, expresó.  “Cuidarnos es escucharnos, respetar nuestros tiempos, y volver a lo simple. 
Desde ahí, todo empieza a cambiar”, concluyó Esmeralda Levit, dejando un mensaje claro y esperanzador para quienes buscan dar los primeros pasos hacia una vida más saludable.