Probióticos: esos "bichitos" que pueden mejorar nuestra salud y calidad de vida
¿Somos más bacterias que humanos?
Nuestro cuerpo está habitado por diferentes tipos de microorganismos, principalmente bacterias, pero también virus, hongos, arqueas y parásitos. Estos no solo habitan el tracto gastrointestinal, sino que habitan en todas las mucosas. Por ejemplo, tenemos microorganismos en toda la extensión de nuestra piel, en la mucosa de los ojos y de la nariz, en todo el tracto respiratorio, en los conductos auditivos, en la mucosa vaginal, en el tracto urinario y por supuesto en el tracto gastrointestinal. Prácticamente están en todas partes y, no podemos vivir o funcionar sin ellos. A estas comunidades de microorganismos se les conoce como microbiota.
Los probióticos son diminutos microorganismos vivos que son benéficos para mantener el equilibrio de nuestra microbiota intestinal y la salud de la persona que lo incluye en su dieta.
Al consumirlos habitualmente pasan a formar parte de ella y pronto podrías ver resultados asombrosos cómo mejoras en el tránsito intestinal, menor inflamación, reducción de síntomas de colon irritable, reposición de la flora intestinal ante diarreas y consumo de antibióticos.
Estos diminutos bichitos nos defienden contra patógenos y cuidan nuestras microvellosidades intestinales que son las encargadas de absorber nutrientes.
También se relaciona su consumo con la mejora de enfermedades como obesidad, síndrome metabólico, prevención de infecciones intestinales y urogenitales, entre muchos otros.
Algunos de sus nombres: Lactobacillus (casei, ramnosus, acidofilus) bifidobacterias, entre muchas otras.
¿Dónde los encontramos más comúnmente?
Yogur (preferentemente casero o natural), kéfir, kombucha, chucrut, miso, kimchi, pan de masa madre, suplementos, etc.
PREBIÓTICOS: Para que crezcan bacterias buenas dentro de nuestro organismo, ¡ellas se deben alimentar!
Aquí juegan su gran papel los PREBIÓTICOS (carbohidratos no digeribles que se fermentan en el colon o intestino grueso) que justamente son el SUSTRATO o la COMIDA de las bacterias y estimulan su crecimiento.
¿Qué debemos hacer para incorporarlos desde nuestra dieta?
Simplemente debemos consumir, entre otros, los siguientes alimentos fuente de estos hidratos de carbono:
*Cebolla
*Puerro
*Ajo
*Espárrago
*Alcachofa
*Arroz Integral
*Plátano verde (almidón resistente)
*Plátano (con esta fruta se hace una preparación llamada Biomasa dónde el plátano se debe cocinar)
*Almidón resistente: Esto se genera, por ejemplo cuando cocinamos la papa, el arroz y las pastas, luego la llevamos a heladera para enfriar, posteriormente las volvemos a calentar y luego lo consumimos.
*Psillium.
*Suplementos.
Cecilia Giménez Sampieri
Licenciada en Nutrición