¿Permitidos y prohibidos?
Si te digo que en el próximo minuto te PROHIBO pensar en un ÁRBOL LLENO DE MANZANAS ROJAS, que hagas lo que hagas, NO pienses en ese ÁRBOL CON MANZANAS ROJAS COLGANDO DE LAS RAMAS, lo más probable es que en los siguientes segundos aparezca en tu cabeza la imagen del árbol lleno de manzanas. ¿Si o no?
Deberás realizar un gran ESFUERZO para no pensar en esa imagen. Siempre es difícil NO pensar en algo sobre todo cuando alguien nos dice que no lo hagamos. Por eso es difícil NO DESEAR un alimento que nos gusta y NOS PROHIBEN o ELIMINAN!!! Las dietas muy restrictivas, esas que muchas veces se ponen “De Moda”, prometiéndote “grandes” resultados a corto plazo predisponen a todo lo contrario: un mayor aumento de peso, el famoso “Efecto Rebote”, sentimiento de frustración, stress y la sensación de estar atrapado en un círculo vicioso de Dieta – Adelgazamiento – Aumento de Peso.
¡PROHIBIDO HACER DIETAS RESTRICTIVAS Y FRUSTANTES!
Te invito a DISFRUTAR el proceso de cambio de hábitos. Si sos una persona saludable: “EN TU ALIMENTACIÓN NO HABRÁN ALIMENTOS PERMITIDOS… ¡PORQUE NO HABRÁN ALIMENTOS PROHIBIDOS!” LAS FÓRMULAS MÁGICAS NO EXISTEN!!! TAN SÓLO LA EDUCACIÓN, LA MODERACIÓN Y EL EQUILIBRIO TE LLEVARÁN A TENER UNA VIDA SALUDABLE!
“COMIENZA UN ESTILO DE VIDA QUE DURE POR SIEMPRE”
Para comenzar a lograr esos objetivos que tenés en mente (sobre todo en el mes de septiembre cuando muchos comienzan a desesperarse por “LLEGAR AL VERANO”) te propongo comenzar a practicar una alimentación CONSCIENTE!
¡APAGUEMOS PANTALLAS A LA HORA DE COMER!
Televisores y computadoras apagadas, celulares y demás dispositivos alejados por tan solo un ratito para poder hacer foco en lo que estamos comiendo y con quien estamos comiendo! Escucho a muchas familias que prácticamente no comparten momentos juntos y que el único ratito que podrían aprovechar para conversar, contar cómo nos fue en la escuela, en la facu, en el trabajo, se ve opacado por el noticiero o la serie o novela de moda. No sólo nos distraen y no nos dejan registrar lo que comemos, sino que nos aleja de nuestros seres queridos. Si estás solo comiendo, también te reto a observar ese plato, a sentir aromas, a pensar: ¡Qué rico es esto que preparó mi pareja o mi mamá con cariño para mi! o ¡Qué bueno que me salió este guisito! aunque lo hayas hecho para vos mismo, porque le dedicaste ese tiempo para asegurarte una alimentación placentera.
¡COMÉ DESPACIO, MASTICÁ MUY BIEN!
Esto tendrá diferentes resultados: La comida se va a digerir mejor, vas a comer la cantidad que tu organismo realmente necesita, vas a sentir menos pesadez y evitar reflujo, acidez e inflamación. Gracias por leerme!!!!!
Cecilia Giménez Sampieri
Licenciada en Nutrición - MP CONUER 21