Mauricio Macri retoma el liderazgo del PRO entre roces con Patricia Bullrich
A medida que se acerca el plazo final para presentar las listas electorales de junio, la vuelta de Mauricio Macri al frente del PRO genera tensiones palpables con Patricia Bullrich, marcando un escenario de incertidumbre en el partido.
En medio de debates sobre la posible fusión con La Libertad Avanza y los esfuerzos por fortalecer la presencia legislativa del Gobierno, el Partido PRO se enfrenta a una encrucijada interna que podría determinar su rumbo en el futuro próximo. Con las elecciones para renovar autoridades programadas para junio, la decisión de Patricia Bullrich de no buscar otro mandato deja la puerta abierta para que Mauricio Macri asuma la presidencia del partido, con la tarea de revitalizar y definir su relación con figuras como Javier Milei.
Aunque el plan inicial es la conformación de una lista de unidad que integre todas las facciones del partido, esto representa un desafío considerable debido a las diferencias en representación y estilos de liderazgo entre los sectores. La asignación de roles dentro de esta lista ha desencadenado tensiones.
Si bien existe un consenso generalizado sobre el liderazgo de Macri, la línea bullrichista no está completamente conforme. A pesar de ello, parece ser él quien está encaminado a ocupar el lugar de la ministra de Seguridad.
Un armador bonaerense del PRO confirma: "Todos acompañamos a Mauricio. Es un hecho que será el presidente del partido". Sin embargo, existen discrepancias sobre el reparto de lugares. Según un dirigente, en un principio, Patricia Bullrich iba a conservar el 30% del partido, pero esta propuesta no ha convencido a todos los sectores.
Un dirigente de primera línea del PRO, vinculado a Bullrich, expresa su descontento, señalando que lo ofrecido en términos de posiciones estratégicas no refleja lo acordado en la interna del partido. Este descontento ha llevado a algunos a considerar la opción de presentar listas alternativas para las elecciones de junio. No obstante, esta decisión podría fragmentar aún más al partido. En el trasfondo de estas tensiones, se encuentra el vínculo entre Mauricio Macri y Bullrich, que según algunos observadores, no ha mostrado cambios significativos desde diciembre. La relación entre ambos parece estancada, mientras Bullrich busca mantener su influencia tanto en el partido como en su rol actual como presidenta del mismo. Una voz desde el bando bullrichista reconoce que la relación actual con Horacio Rodríguez Larreta es más fluida que con Macri, aunque este último no está cómodo con la situación actual. Además, se hace una autocrítica sobre la pérdida de representatividad del partido, señalando la necesidad de analizar con mayor atención los resultados electorales.
Las tensiones se intensifican con acusaciones de que se están restringiendo posiciones dentro del partido a favor de ciertos sectores, lo que ha generado molestias entre los partidarios de Bullrich. Se argumenta que se están tomando decisiones sin consultar a todas las facciones internas, lo que alimenta la sensación de exclusión y descontento.