La salida de Guillermo Francos reconfigura el gabinete y expone tensiones internas
La renuncia de Guillermo Francos como jefe de Gabinete sorprendió incluso dentro del propio oficialismo, ya que se trataba de uno de los ministros con mayor aceptación pública y mejor imagen dentro del gobierno de Javier Milei.
Según trascendió, la decisión se precipitó tras una serie de desacuerdos con el entorno presidencial y con el asesor Santiago Caputo, con quien mantenía diferencias sobre la gestión política y la estrategia de vínculos con los gobernadores. Francos había encabezado días antes una reunión clave con los mandatarios provinciales para avanzar en las reformas estructurales que impulsa el Ejecutivo.
El exministro, de amplia trayectoria y reconocido por su perfil moderado, habría manifestado su malestar por lo que consideraba “falta de coordinación y exceso de operaciones internas”. Su salida se concretó el viernes, horas antes del encuentro entre Milei y Mauricio Macri en Olivos, y fue confirmada oficialmente esa misma noche.
Con su partida, el Gobierno pierde a una de las figuras más dialoguistas y experimentadas del gabinete. En su lugar, el Presidente designó a Manuel Adorni como jefe de Gabinete, en tanto que Diego Santilli asumirá el Ministerio del Interior, en un intento por recomponer la estructura de conducción política del Ejecutivo.

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