“Importar fideos de Albania o peras de China refleja un desprecio por el trabajo argentino”

El precandidato a diputado nacional del Partido Justicialista, Guillermo Michel, participó del “Encuentro Federal por una Argentina que produce”, desarrollado en la Universidad Nacional de Córdoba, donde cuestionó duramente el rumbo económico actual y alertó sobre las consecuencias del endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional.

Acompañado por el diputado entrerriano Juan José Bahillo, Michel remarcó: “Importar fideos de sémola de Albania, peras de China o naranjas de Egipto es un absurdo. Esta política refleja claramente el desprecio por la industria nacional y por nuestros productores”.

Durante la jornada, organizada por la Fundación Encuentro, se debatieron propuestas sobre producción, ciencia, tecnología, educación y juventudes. Michel valoró el espacio de reflexión y planificación: “No alcanza con ideas. Se necesitan cuadros preparados que estén en condiciones de tomar decisiones y ejecutarlas”.

Deuda y desigualdad
Respecto a la deuda con el FMI, el ex titular de la Aduana fue tajante: “Es necesario distinguir entre los 30 mil millones prestados con fundamentos técnicos y los otros 30 mil millones que fueron un préstamo político, utilizado para sostener artificialmente el tipo de cambio y crear una ilusión de estabilidad”.
En ese sentido, advirtió que “a partir del segundo semestre de 2027 la deuda con el Fondo es impagable para cualquier gobierno, porque no hay generación de divisas que lo permita”. Michel también cuestionó la lógica aperturista del actual modelo económico: “Mientras las exportaciones crecieron apenas un 5% en el primer cuatrimestre, las importaciones aumentaron un 75%, y las de bienes de consumo provenientes de China, un 128%. Esto destruye el empleo local y desfinancia al país”.

Modelo de país y derechos
En su análisis político, Michel advirtió sobre los riesgos de replicar modelos de fuerte desigualdad: “Nos quieren llevar hacia un país como Ecuador o Chile, donde estudiar en la universidad cuesta 50 mil dólares al año”.
Finalmente, hizo un llamado a defender valores democráticos: “Estamos naturalizando la intolerancia. No puede ser normal que se agreda a una persona por su condición, su orientación sexual o porque tiene autismo. Esa no es la Argentina que queremos”.
Y concluyó con una definición personal: “Deseo profundamente que al país le vaya bien, porque vivo acá, mi familia vive acá. Pero estoy convencido de que este no es el camino”.