El legislador explicó que “cuando uno analiza los indicadores que muestra Michel, es necesario ponerlos en contexto”. Y agregó: “Por supuesto que Entre Ríos tiene indicadores muy negativos al comparar servicios de deuda con gastos totales; pero debería agregar que esto obedece, entre otros factores, al crédito en dólares que contrajo el exgobernador Bordet, por 500 millones de dólares, con todos los vencimientos concentrados en el período 2024-2027. Lo más preocupante es que nadie puede explicar claramente en qué se usaron esos 500 millones. Lo único seguro es que no se tradujeron en obras, ni en mejoras en salud, educación o infraestructura. La deuda quedó, pero las obras no aparecen”, sentenció.
En relación al gasto de capital, el senador puntualizó: “El ajuste fiscal del gobierno nacional impacta en la obra pública. Antes, de cada 100 pesos que se invertían en obras, 66 provenían de aportes nacionales. Hoy, con apenas el 33 por ciento de esos recursos, la provincia está manteniendo y ejecutando obras con fondos propios. Aun así, seguimos trabajando, priorizando rutas, caminos y obras básicas con los recursos disponibles”.
Dal Molín también señaló que “existen otros indicadores que deberían considerarse al analizar las finanzas públicas. Por ejemplo, lo señalado por el CEER, donde se observa claramente cómo hemos mejorado los resultados económicos y financieros de Entre Ríos comparado con el 2023”.
En ese marco, sostuvo: “Todas las provincias están atravesando una situación crítica. Pero las que están fuertemente endeudadas, las que no supieron ahorrar cuando hubo ingresos extraordinarios —como la recuperación del 15% de coparticipación durante el gobierno de Mauricio Macri— y las que no defendieron sus intereses en la Corte Suprema como hicieron Santa Fe y Córdoba, hoy están peor. Lamentablemente, el kirchnerismo nos dejó una provincia en el fondo del pozo”.
El senador detalló además que “recibimos caminos y rutas destruidas, escuelas y hospitales en estado de emergencia, una policía sin los elementos básicos para combatir el delito, y uno de los peores ratios de empleados públicos sobre el total de habitantes del país. Todo funcionaba con expedientes en papel, con un Estado atado a estructuras obsoletas, propio del siglo XIX”.
Finalmente, Dal Molín remarcó: “A pesar de todo este panorama, con esfuerzo estamos cumpliendo nuestras obligaciones en el peor momento de la historia para las provincias: con más responsabilidades y menos ingresos que nunca. Y lo hacemos administrando cada peso de los entrerrianos con transparencia, sin los desvíos, sobreprecios ni manejos discrecionales que durante años vaciaron las arcas públicas. Lo que antes se robaba o se usaba para financiar la política, hoy va donde tiene que ir: a pagar salarios, obras y servicios para la gente. Esa es la gran diferencia y la base para empezar a poner de pie a Entre Ríos”.
También recordó que “Michel fue funcionario de la gestión de Alberto Fernández y socio político de Sergio Massa, que llevaron al país a una crisis inflacionaria sin precedentes y dejaron al Estado nacional en una situación terminal. Hoy, mientras nosotros estamos ordenando las cuentas de la provincia, ellos siguen haciendo campaña sin asumir ninguna responsabilidad por el desastre que dejaron”.
“Por respeto a los entrerrianos, sería bueno que quienes fueron parte del problema tengan al menos la humildad de reconocer el desastre que dejaron”, concluyó Dal Molín.