Cristina Fernández de Kirchner encabezó este martes una reunión a puertas cerradas con senadores del bloque Unión por la Patria en la sede nacional del Partido Justicialista, en medio de la expectativa por un posible fallo de la Corte Suprema que dejaría firme su condena en la causa Vialidad.

Aunque la convocatoria se presentó como un encuentro para debatir la agenda parlamentaria y la coyuntura económica, la preocupación por la situación judicial de la expresidenta dominó la discusión. Legisladores, intendentes y dirigentes sindicales comenzaron a delinear una estrategia política frente a lo que consideran una “proscripción disfrazada de fallo judicial”.

Al finalizar el encuentro, los senadores José Mayans y Juliana Di Tullio cuestionaron con dureza el accionar del Poder Judicial. 
“La quieren sacar de la cancha porque saben que puede arrasar electoralmente”, sostuvo Mayans. Di Tullio, en tanto, advirtió que se trata de “un fallo político para proscribir a la principal dirigente opositora”.
En paralelo, y ante la inminencia de la decisión del máximo tribunal, se reprogramó una reunión de más de veinte sindicatos que originalmente se iba a realizar en SMATA y finalmente se trasladó a la sede del PJ. La convocatoria fue impulsada por Ricardo Pignanelli y Mario “Paco” Manrique, y contará con la presencia de referentes como Sergio Palazzo, Abel Furlán, Hugo Yasky y Víctor Santa María.
El sindicalismo, que respalda abiertamente a Cristina, denuncia que el fallo contra la exmandataria sería un “golpe a la democracia” y no descarta medidas de fuerza en repudio. La defensa pública del kirchnerismo se organizará en torno al argumento de que la causa carece de pruebas sólidas, peritajes técnicos y garantías procesales.

La aceleración de los tiempos judiciales y el hermetismo en torno al fallo profundizaron la tensión en el oficialismo. A horas de una definición clave, el peronismo se reagrupa para responder en todos los frentes: institucional, político y sindical.