Durante un acto en homenaje a los fusilados de José León Suárez, la expresidenta reivindicó la lucha del peronismo y afirmó: “A veces, estar preso es un certificado de dignidad”, en alusión a su posible condena en la causa Vialidad.

Cristina Fernández de Kirchner encabezó este lunes un acto en la sede del Partido Justicialista en conmemoración de un nuevo aniversario de los fusilamientos de José León Suárez.

Mientras la Corte Suprema define si confirma la condena por corrupción en la causa Vialidad, la expresidenta volvió a referirse a su situación judicial y advirtió: “Mientras sigan libres los que endeudaron al país, estar presa será un certificado de dignidad”.
Acompañada por la militancia y referentes del PJ, como el gobernador Axel Kicillof, Cristina repasó momentos históricos de represión política y recordó los bombardeos de 1955, el fusilamiento del general Valle y el encarcelamiento de Hipólito Yrigoyen. “Soy una fusilada que vive”, expresó. Con tono crítico, afirmó que “bastó que anunciara una candidatura para que se desataran los demonios”, y denunció que el verdadero objetivo de los sectores hegemónicos es desarticular cualquier organización opositora.

Cuestionó al actual gobierno nacional y lo calificó como “un gobierno cachivache”, que según dijo, aplica un modelo económico inviable sostenido con endeudamiento y ajuste. “Nos dicen que hay superávit fiscal. ¿De dónde? No se arreglan rutas, no se construyen viviendas, no se financia la educación ni los hospitales. Si no pagás nada, claro que vas a tener superávit”, ironizó.

Dirigiéndose a la militancia, pidió no perder de vista el objetivo de construir una alternativa política real. “Yo podré estar presa, pero la gente va a estar cada día peor. Esto no se arregla con cárcel para mí, se arregla cambiando de rumbo”, afirmó, y pidió dejar de lado las internas partidarias. “Lo único que escucho es qué lugar me toca en las listas. Déjense de joder de una vez por todas”, lanzó con dureza.
En su mensaje, también convocó a la unidad del peronismo más allá de nombres propios. “No importa quién, importa la unidad. Si no lo hacemos nosotros, la historia seguirá igual, pero sin nosotros”, advirtió. Cerró el acto abrazando a familiares del general Valle, fusilado en 1956, y con un mensaje hacia el futuro: “Lo que nunca van a poder evitar que vuelva es el pueblo, que tiene memoria, identidad y una historia en la Argentina”.
En paralelo, el Grupo de Puebla y el Consejo Latinoamericano de Justicia y Democracia (CLAJUD) difundieron un comunicado en apoyo a Cristina Kirchner. Afirmaron que la causa Vialidad está viciada desde su origen y constituye una persecución política, con violación de garantías constitucionales y ausencia de pruebas directas, iniciada durante el gobierno de Mauricio Macri.