“La muerte de mi sobrina la tienen que pagar”: la familia de Jesica Bravo marchó frente a Tribunales
Este jueves, familiares, amigos y vecinos se movilizaron frente a los Tribunales de Concordia para exigir justicia por Jesica Bravo, la joven de 26 años asesinada el pasado martes en un violento enfrentamiento en barrio Llamarada. La convocatoria estuvo marcada por el dolor y la bronca de sus seres queridos, quienes aseguran que hubo denuncias previas que no fueron atendidas por la Justicia.
El hecho ocurrió en calle Lieberman, cuando una discusión entre dos familias terminó con Jesica herida de arma blanca. Fue trasladada al Hospital Masvernat, pero ingresó sin vida. La principal sospechosa es una adolescente de 14 años, quien habría sido la autora de la agresión.
Durante la concentración, el tío de la víctima, Lucas San Pietro, tomó la palabra y expresó la angustia de la familia: “venimos a pedir justicia. Hoy mi sobrina estaría cumpliendo años y, en vez de festejar, tuvimos que enterrarla. No importa si es menor o no, quien mata tiene que pagar. La ley tiene que ampararnos”, dijo con la voz quebrada.
San Pietro recordó que la familia de Jessica había realizado cinco denuncias previas por amenazas y hostigamientos, sin obtener respuestas: “el fiscal nunca se movió, nunca hicieron nada. Si le hubieran puesto una pulsera o tomado medidas, mi sobrina estaría viva. No nos vamos a cansar, vamos a venir todos los días si hace falta, pero la muerte de mi sobrina la tienen que pagar”, remarcó.
El tío también cuestionó que, pese a la gravedad de lo ocurrido, algunos de los involucrados recuperaron la libertad y hasta se burlaron de la situación en redes sociales: “ayer mismo el más chico subió estados riéndose de la muerte de mi sobrina. ¿Cómo podemos soportar eso si la Justicia no hace nada?”, sostuvo con indignación.
Finalmente, la familia pidió que la agresora no vuelva al barrio y que la causa avance con firmeza: “necesitamos justicia, no solo por Jesica, sino por todos. Hoy ninguna madre puede dormir tranquila sabiendo que una asesina anda suelta”, concluyó San Pietro, en medio de la ovación de los presentes que acompañaban el reclamo.
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