Zuhair Jury, el hermano del gran Leonardo
Luján de Cuyo, una localidad del Gran Mendoza, se encuentra ubicada en una zona de increíble belleza, rodeada de viñedos y al pie del �SCordón del Plata⬝, una conformación de la Cordillera Frontal de los Andes.
En ese lugar transcurrió la infancia de Fuad Jorge Jury Olivera, conocido como Leonardo Favio, quien junto a su hermano Jorge Zuhair Jury Olivera, habían nacido (según la historia oficial) en el pequeño pueblo de Las Catitas, departamento Santa Rosa.
Sobre Leonardo Favio, de cuyo fallecimiento se cumplen este 5 de noviembre diez años, se han dicho y se van a continuar afirmando múltiples loas, dado lo extraordinario de su cine y lo significativo de su legado en las generaciones posteriores de cineastas (los integrantes del denominado Nuevo Cine Argentino, entre tantos) y espectadores, que nunca van a dejar de reconocer la poesía formidable de sus creaciones y la solidez y contundencia de sus convicciones que lo marcaron con la consistencia de la consustanciación del sentimiento y certidumbre.
No obstante justo es advertir que la obra de Favio, contó con la colaboración de su hermano, como autor de cuentos en los cuales se basaron algunos de los guiones y fue coguionista de sus películas. Ambos habían conocido la vida de los reformatorios, los barrios olvidados, la transformación generada por el Peronismo y cultivaban la misma sensibilidad y amor por el arte y la sencillez de los humildes.
Los hermanos Jury Olivera tenían antecedentes artísticos. Su madre, Laura Favio (Manuela Olivera Garcés) había sido actriz de radioteatro y les relataba cuentos e historia mientras eran niños. Elvira Olivera Garcés, su tía, fue, también, una actriz de radioteatro y luego de televisión y cine. Fue la esposa de Abel Santa Cruz, un exitoso autor de telenovelas.
Jorge Zuhair Jury publicó �SEl dependiente y otros cuentos⬝, en 1969, en el cual se encuentra el cuento �SEl dependiente⬝ (1969) sobre el que está basada la película homónima de Favio. También forma parte de ese libro �SEl romance del Aniceto⬝ base del film �SEl romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más ⬦⬝ que dirigió Favio en 1966.
En ambos cuentos, reeditados recientemente en un libro que lleva el nombre de �SEl romance del Aniceto y otros cuentos⬝, hay un acercamiento a esos pueblos sumergidos en una concepción conservadora de la vida y los textos son redactados influido por la situación de las clases humildes, donde se materializan la sencillez, la bonhomía y la marginalidad.
El empleado, un señor Fernández, en �SEl dependiente⬝ que sueña con quedarse con el negocio de su patrón cuando éste fallezca y poder vivir de ello con su enamorada, discurre su vida en un ambiente de marcado hermetismo que se torna envolvente y oscuro, sin margen para desembarazarse de un destino que se muestra inexorable.
El estilo del autor mantiene cautivo el interés del lector durante todo el relato.
�SEl romance ⬦⬝ es el mundo de las riñas de gallos. El Aniceto, galán de pueblo que mantiene relaciones con dos mujeres (una formal e interesada en el compromiso, la otra, que le interesa vivir lo efímero del momento), que se lo disputarán; mantiene deudas que solo atina a solventar con el rédito de los éxitos de su gallo, para volver a endeudarse. Seres, en parte, miserables, pero básicamente míseros que no salen de un ambiente y una realidad que los condiciona.
En la filmografía de Leonardo Favio, su hermano participa como co-guionista en las grandes realizaciones, tanto en �SCrónica de un niño solo⬝, como en �SJuan Moreira⬝, �SNazareno Cruz y el lobo⬝ (estas dos últimas herencia del amor por el radioteatro que ambos mantenían), la desafiante y transgresora �SSoñar, soñar⬝ (�Sla única que pensé en términos políticos⬝ � declaró Favio) y �SGatica, el mono⬝. En las películas, mixtura mágica de opera popular y universo surrealista, los dos Jury conseguían cautivar y esgrimir un artificio que se tornaba seductor y maravilloso.
Pero Zuhair Jury fue director también de dos películas excepcionales en lo conceptual, en lo estético y el poético. �SEl fantástico mundo de la María Montiel⬝, es un film de una profunda ternura. Estrenada en 1978, en plena época represiva previa al mundial de Futbol, es la historia de una chica que vive en un barrio marginal, trabaja en un horno de ladrillo y recurre a sus fantasías para endulzar su difícil existencia. Obtuvo el Primer Gran Premio a la Mejor Película en el Festival Internacional de Karlovy � Vary en la ex Checoeslovaquia.
�SEl largo viaje de Nahuel Pan⬝ es también un acercamiento a un mapuche que viaja a entrevistarse con el Presidente de la República para plantear la situación que se provocó por el destierro con el desamparo que eso conlleva a que fue sometida la tribu. Se hizo acreedor al Primer Premio de Concursos de Guiones del I.N.C.A.A.
Ha incursionado también en una biografía. �SEl piano mudo⬝ sobre los sueños, las pesadillas, la militancia y el sufrimiento extremo de Miguel Ángel Estrella, en sus años de prisión. En el 2010, obtuvo el Primer Premio del Bicentenario del I.N.C.A.A.
Zuhair Jury ha publicado otro libro, hoy difícil de encontrar, �SEl glorioso velorio de Juana Pájaro y otros cuentos⬝ que ha sido adaptado en una obra de teatro homónima.
En declaraciones a la Agencia Paco Urondo, Zuhair Jury se refería a la relación artística y de vida con su hermano: �SVivimos las mismas experiencias. Conocimos y vivimos el barro, la marginalidad, el hambre, la poesía en nuestra madre, fuimos actores o testigos de la vida, conocimos el pueblo desde abajo en todas sus riquezas y sus dramas.
Nos nutrimos de sus leyendas, giros, costumbres, es decir nos bebíamos la vida con sus más y con sus menos. Hicimos algunas cosas que han sido consideradas⬝.
En un reportaje reciente, Zuhair Jury cuenta que �Slos personajes (de �SEl dependiente⬝) son muy desagradables: ese era el pueblo de Luján de Cuyo -primario, medieval, moralista, imbécil-⬝. Lejos quedó el Luján de Cuyo de la infancia.
El Luján de Cuyo que, pareciera, se olvidó de Leonardo Favio cuando hace unos años el gobierno municipal pintó de amarillo el mural con que se lo había homenajeado.
Zuhair Jury, su hermano, como gran parte de los argentinos, en cambio, lo sigue recordando, en su integridad, en sus sueños, en sus esperanzas, diciendo que buscaban ser �Slibres y marginales⬝.