Todos peregrinos de la vida
Hace más de cuarenta años partía, desde Villa Zorraquín, la Primera Peregrinación a Pié a Federación. Eran más o menos 39 “locos del camino”. El Padre Ismael Drí su creador y guía espiritual. Aprendimos que una caminata se realiza preparando “solo los pies”; para peregrinar, debemos preparar además nuestro corazón con mucha Fe , para reconocer a Jesús, que seguramente, nos saldrá al encuentro , en algún recodo del camino.
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Para peregrinar debemos llevar, solo lo muy necesario, porque cargarnos con muchas cosas, hace más pesado el camino, nos salen ampollas, calambres, mas cansancio y perdemos de disfrutar la belleza del camino, la naturaleza, que también nos habla de Dios y de la compañía del hermano que camina a nuestro lado. Así pasa en el caminar de la vida, no debemos sobrecargar la mochila con cosas superficiales, innecesaria, tampoco cargar con resentimientos, que nos impiden perdonar , ser felices y hacen más pesada la vida, a veces amarga.
El Señor Resucitado, siguiendo junto a nosotros, iniciará un diálogo que no terminará nunca, mientras tengamos los oídos y el corazón abierto para escuchar su voz. Al avanzar en nuestro caminar, sentiremos algo en nuestro interior , una Presencia cálida familiar que nos hace sonreír , y cantar “soy peregrino en esta tierra , marcho contento hacia Dios , soy ciudadano de su reino, voy anunciando su Amor”. Y nos parece oír la Voz de María , diciéndonos, no se olviden de Mí que los estoy esperando “en Casa”.
Ya se que están cansado, que alguna piedra los hizo trastabillar por el camino, o al pasar un camión muy cerquita los envuelve en polvo, dificultando la marcha. Pero sepan que Yo y mi Hijo Jesús los ayudaremos y les daremos fuerza para seguir adelante, sin entregarse, y la fe necesaria para vencer todos los obstáculos que se le presenten.
Esta peregrinación es un reflejo de la gran peregrinación de la vida. Peregrinamos cantando, junto a una multitud de hermanos, y a veces solos, cargando angustias y sufrimientos , y es ahí donde la presencia de Dios se hace más cercana, su mirada nos ilumina con su ternura , su voz nos serena. Y ese problema serio, que incluso pone en riesgo nuestra vida, lo podemos sobrellevar con esperanza, porque la meta siempre es llegar a la Casa de Dios y de su Madre María.
Todos somos peregrinos de Dios y del prójimo. Y peregrinamos juntos como hermanos; porque como dijo el Papa Francisco “nadie se salva solo” y la Vida compartida, en comunidad es más linda.
Peregrinos a la Casa de María, no olvides ese canto que decía
“ OÍD PEREGRINOS LA VOZ QUE NOS LLAMA
UNIDAS LAS MANOS MARCHEMOS CON DIOS
MIRANDO ADELANTE CON PASO SERENO
BUSCANDO EL SENDERO DE LA SALVACIÓN”
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