¿Sabías que el Día de la Soberanía fue una derrota?
Nos encantan los feriados, tanto que muchas veces ni nos preguntamos qué es lo que estamos conmemorando. Desde hace unos años, cada 20 de noviembre celebramos el Día de la Soberanía Nacional. Pero lo que no sabemos es que la batalla que tuvo lugar en esa fecha no fue un triunfo sino una derrota. ¿Por qué fue tan importante para nuestra soberanía, entonces? Veamos...
Juan Manuel de Rosas era por entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires. Y poseía, al mismo tiempo, el manejo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina. En ese entonces se produjo un conflicto internacional con los gobiernos británico y francés, quienes tenían la intención de remontar el Paraná en una expedición comercial hasta Asunción.
Al ingresar la flota anglofrancesa, unas pobres tropas nacionales, al mando de Lucio Mansilla, intentaron frenar la expedición y revindicar la independencia de estas tierras. Sucedió, entonces, lo que luego conoceríamos como la batalla de Vuelta de Obligado. ¿Les suena?
La valentía con la que las tropas nacionales enfrentaron a las dos mayores potencias mundiales de ese momento le dio a la batalla un carácter épico. Donde lo simbólico fue más fuerte que el hecho histórico. La inferioridad de condiciones y de recursos llevó a una derrota inevitable. Pero �a pesar de eso� la importancia que ese acontecimiento tuvo para forjar la soberanía nacional fue mucho más fuerte.