Los Granaderos y el Sable Corvo del General San Martín
Por Profesora Graciela Guerrero - Secretaria A.C.S de Concordia
Esta semana la ciudad de Concordia se engalanó con la visita de los Granaderos del “Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín”. Es una enorme satisfacción apreciar que los valores sanmartinianos se siguen pregonando. Los seis Granaderos vinieron acompañando la réplica del sable que perteneció al Padre de la Patria y fueron invitados por la Subsecretaria de Educación de la Municipalidad de Concordia.
El “Regimiento de Granaderos a Caballo”, tal su nombre original nace el 16 de marzo de 1812, cuatro días después que el Coronel San Martín pisara su tierra natal para ponerse al servicio de los objetivos independentista nacidos oficialmente el 25 de mayo de 1810.
Una vez que el Triunvirato le reconoce el grado de Coronel, le encomienda la creación del nuevo regimiento. Será éste el primer regimiento reglado de nuestras tierras a cargo de un hombre que se formó como militar desde niño en tierras españolas.
En la mencionada fecha, nace el Primer Escuadrón, en el mes de septiembre el Segundo y en diciembre el Tercero por lo que el 7 de diciembre de 1812 el Triunvirato le asigna el nombre de Regimiento. Como expresa el historiador Enrique Mario Muschietti:
“Durante este tiempo San Martín desarrollo una infatigable actividad: nada escapó a su previsión, conocimientos profesionales y capacidad ejecutiva”.
El gran Capitán puso todo su esfuerzo para lograr un cuerpo militar de élite. El Regimiento evidencio una profunda preparación militar, capaz de rivalizar con las tropas españolas. Formados bajo una disciplina que los transforma en modelo. San Martín de puño y letra escribe un pequeño reglamento de instrucción y combate.
El 3 de febrero de 1813 en los campos de San Lorenzo, Provincia de Santa Fe el novato Regimiento recibe su victorioso Bautismo de Fuego, hecho conocido como el Combate de San Lorenzo, en el que un puñado de Granaderos enfrenta al regimiento realista que lo duplicaba en número. Esto no fue obstáculo para lograr la victoria en tan solo 15 minutos, tiempo suficiente para evidenciar que San Martín no solo era un brillante militar sino un gran estratega.
Este fue el primer paso del largo derrotero del Regimiento de Granaderos, que se dirigirá al norte y posteriormente será protagonista en uno de los hechos más gloriosos no solo de nuestra historia argentina, sino de la historia universal al cruzar una de las cordilleras más alta del planeta con el único objetivo de liberar Chile y Perú.
Algunos de los Escuadrones, le fueron cedidos a Bolívar por el Gral San Martín para combatir en la batalla de Pichincha librada en lo que hoy son tierras ecuatorianas a 3000 metros sobre el nivel del mar. Esta unidad militar es la que llegó a recorrer la mayor distancia desde su partida de la ciudad de Buenos Aires.
Cuando el General San Martín se retira y regresa a la ciudad puerto, el Regimiento libra en tierras peruanas las últimas batallas por la libertad de América. Ellas son Junín (6/08/1824) y Ayacucho (9/12/1824), ambas están cumpliendo el bicentenario de su triunfo.
Una vez finalizada la Guerra de la Emancipación Americana, el Regimiento de Granaderos regresa a Buenos Aires, solo un puñado de ellos había sido partícipe de la gesta completa, habían transcurrido 11 años desde su partida del cuartel de Retiro.
Posteriormente, lucharon en la Guerra con Brasil y a su regreso el ejemplar Regimiento, el más disciplinado fue disuelto por un decreto firmado por Bernardino Rivadavia.
Pasarán muchos años hasta que en 1903 el Presidente de la Nación Julio Argentino Roca recrea el Regimiento, pensando en que el Ejército Argentino debe tener en sus filas la representación del Glorioso Ejército de la Independencia, denominándolo “Gral San Martín” en honor a su creador.
Solo cuatro años después el Presidente Doctor José Figueroa Alcorta por Decreto del 15 de julio de 1907 los designa custodia presidencial, función que cumple hasta la fecha, no solo en la Casa de Gobierno sino en la Quinta Presidencial de Olivos.
Además, los Granaderos son destinados a: custodiar el mausoleo del Gral San Martín en la Catedral Metropolitana, a Yapeyú para cuidar del solar donde nació, al Museo Histórico Nacional protegiendo el sable original, en Los Talas, lugar donde se preparan los caballos, a los campos de San Lorenzo; como así también a la casa donde falleció el Libertador en Bulogne Sur Mer, Francia y por supuesto en el Regimiento de Granaderos ubicado en el barrio de Palermo de la C.A.B.A en avenida Luis María Campos 560.
La réplica del sable del Gral San Martín que llegó a Concordia fue realizada por un reconocido orfebre argentino Juan Carlos Pallarols en 2015. Resaltamos que el original se encuentra exhibido en el Museo Histórico Nacional ubicado en el Parque Lezama.
El mismo, que acompañó al Libertador en su campaña independentista fue entregado al Brigadier Gral Juan Manuel de Rosas, tal lo explicitado en el testamento ológrafo del Padre de la Patria, escrito en Paris el 24 de enero de 1844. Versa:
“Art 3: El sable que me ha acompañado en toda la Guerra de la Independencia de la América del Sur, le será entregado al Gral de la República Argentina Don Juan Manuel de Rosas, en una prueba de la satisfacción, que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los Extranjeros que tratan de humillarla.”
En 1896 Don Adolfo Carranza fundador del Museo Histórico Nacional, quien fue su primer Director, le solicita a la hija de Rosas, la Señora Manuela Rosas de Terrero la donación del sable del Gral San Martín. Por entonces le pertenecía por testamento de Juan Manuel de Rosas, a su yerno Máximo Terrero.
Luego de una copiosa relación epistolar la Flia Terrero – Rosas donan el sable del General San Martín. En la gestión representó a la Flia de Juan Manuel de Rosas uno de sus nietos que residía en Buenos Aires, el Señor Juan Manuel Ortiz de Rozas.
El “Sable” arriba al puerto de La Plata el 28 de febrero de 1897 en un barco inglés. Se realiza un trasbordo a la corbeta “La Argentina” para que ingrese al puerto de Bueno Aires con el flamear de la bandera argentina el día 4 de marzo.
El sable fue conducido a la casa de gobierno, en donde el Presidente de la Nación Dr. Evaristo Uriburu lo recibió de manos del Sr Juan Manuel Ortiz de Rozas. El mismo día a las 15 hs en el Museo Histórico Nacional su Director Sr Adolfo Carranza lo percibe en sus manos en nombre del Presidente de la Nación.
“Esta reliquia heroica que representa la libertad de cinco naciones, es el recuerdo más hermoso del Gran Guerrero…”
Ernesto Quesada
BIBLIOGRAFÍA
LUBHERMAN, José Pedro. “Historia Social Argentina” Buenos Aires, Docencia, 1991.
RUIZ MORENO, Isidoro. “Campañas Militares Argentinas. La política y la guerra.” Buenos Aires, emece,2007.
RAMALLO, José María. “Historia del sable de San Martín”. Buenos Aires, INS, 2009.
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