De empatía y solidaridad
No son momentos para las especulaciones, sino más bien de solidaridad. Por estos tiempos en donde la palabra empatía está de moda y vigente, algunos parecen aprovechar la situación para sacar rédito de sus pares y suben los alimentos de forma indiscriminada.
Contaban a esta redacción y circuló en redes sociales lo que aconteció con la bolsa de papa, que abrió la mañana a un valor de 350 pesos y a media mañana estaba a 400 y por la tarde llegó a los 500 pesos. No se supo nada respecto a que haya desabastecimiento de dicho tubérculo ni siquiera que haya problemas para transportarlo, lo que generalmente hace que varíe su precio, así que de verdad no se entiende la avivada como si acumulando más dinero van a estar exentos de lo que pueda ocurrir con un virus.
Lo mismo aconteció con el alcohol líquido y el alcohol en gel que pasaron de un precio razonable a cifras que son impagables para algunos que pelean el peso día a día y que también tienen el derecho a prevenirse.
Sin embargo, no se puede exceptuar a la gente, que también en gran medida es cómplice de este tipo de hechos, porque van y arrasan con lo que hay en góndolas, creyendo que de esa manera van a estar más protegidos, desconociendo que si otro queda sin ese elemento de prevención, puede ser un portador del virus para traspasarlo a cualquiera, inclusive a los que se abastecieron de alcohol en gel indiscriminadamente.
Otro punto para remarcar en estos días, (en donde se cumplieron recién las primeras 24 horas y un poco más de la declaración de la cuarentena obligatoria) fueron las innumerables colas producidas en diferentes locales mayoristas, como si se hubiese declarado un desabastecimiento y por el contrario, se informó que no hay peligro en ese sentido y por el momento se puede adquirir mercadería sin necesidad de hacer grandes colas. Como si fuera poco, muchos tomaron la ida de compras como un paseo, ya que se pudo observar por ejemplo, a varios integrantes de una sola familia haciendo colas con pequeños incluidos.
La idea es que las compras las haga un solo miembro de la familia y que el resto se quede en la casa, tal lo anunciado por la máxima autoridad del país, como es el Presidente de la Nación.
No se puede pedir a los organismos de contralor que anden en las calles exigiéndole a la gente que no salga de sus hogares. Hay sobrados ejemplos a nivel mundial que los niveles de contagio comenzaron como se están dando acá y la poca responsabilidad de la gente los fue haciendo crecer hasta hoy contar miles de muertes y en esto vale mirar solamente España e Italia.
Hoy se tiene la ventaja de haber tomado las medidas con tiempo, pero si la ciudadanía no ayuda, si no nos hacemos responsables de nuestros actos, si continuamos minimizando la situación y creyéndonos el clásico: �SA mí no me va a tocar⬝, después puede ser tarde y en esto no se juega, porque no hay chances. Si la mano de Dios, la varita mágica, el universo o en quien uno crea, nos lleva a superar esta situación sin padecer, bienvenido sea, pero al mismo tiempo seamos solidarios y acompañemos a quienes sí pueden o podemos sufrir, sin creernos que somos inmunes y que como somos argentinos no nos va a tocar.
Bajemos a la realidad, veamos lo que sucede en el mundo. Tomemos conciencia que lo que ocurre a nivel mundial y no pensemos que eso no va a llegar porque si lo va a hacer y de hecho está llegando y todavía no tomó fuerza.
Se han visto montones de recomendaciones que muchos incumplen y enfáticamente se cag⬦..n en los que sí de verdad han tomado conciencia y saben del peligro al que estamos expuesto y lo que representa esta situación.
No se trata de clases sociales, no se trata de tener más dinero y que por esa razón no vamos a estar expuestos. Claro que puede tener sus ventajas, pero por eso mencionábamos al principio, de tener empatía, de ser solidarios, de cuidarnos unos a otros y de saber que esta vez la posibilidad de combatir la situación está en nuestras manos. Seamos más argentinos, seamos más entrerrianos y seamos más concordienses acérrimos, porque de esta unión seguramente saldrá la posibilidad de terminar airosos y privilegiando nuestra salud y la de nuestros seres queridos. En nosotros está la respuesta al virus, tomemos las cosas con responsabilidad y demos gracias por tener la posibilidad de seguir peleándole a la vida. (JCV).