Las personas zurdas y su interesante historia
Un gran estudioso de las comunicaciones sociales, dedicó muchos años sobre este tema.
Me refiero al señor Luis Melnik, realizador de varios escritos sobre este tema. Tomo de él, varios conceptos, que creo son muy esclarecedores, a través de los tiempos.
Comenta: Los hombres primitivos marchaban en busca de caza, para sobrevivir y las mujeres permanecían protegiendo a su prole, para ocuparse de su alimentación y les designaban realizar pinturas en las cavernas, reproducir algo de lo que veían. Como estas casi siempre portaban algún niño entre sus brazos, lo cargaban sobre el lado izquierdo para confortarlos con los latidos de su corazón, por lo tanto, pintaban con la mano derecha. Los hombres para luchar protegían su corazón con escudos, con el brazo izquierdo dejando libre el derecho para portar sus lanzas para atacar o defenderse.
En nuestros tiempos, en nuestra Patagonia, en la cueva de las manos, nos hace pensar según estudios de 1500 años atrás, se expresaron en libertad con las dos manos.
Hubo tiempos no muy lejanos, que les ataban el bracito a los niños, para forzarlos a acostumbrarlos a ocupar el brazo derecho. Pasó el tiempo, y los estudiosos ven no es sano pues es algo normal, con una lateralidad distinta. Destacados deportistas en tenis como Jimmy Connor's, Martina Navratilova, John McEnroe y Guillermo Vilas, y en fútbol nuestro Maradona. Para destacar en el arte lo tenemos a Miguel Ángel, Leonardo de Vichy y Pablo Picasso, el artista de cine Chaplin, y nuestro Atahualpa Yupanqui, con su guitarra. En los presidentes de Estados Unidos por nombrar a tres Bush, Perot y Clinton.
En Estados Unidos tan proclives a las estadísticas, se estima que un 13% de la población es zurda, y que cada día hay menos impedimentos y más ayuda instrumental. De la cual deriva son personas de gran inteligencia, por su espíritu de sacrificio, capacidad, disposición al esfuerzo, todas virtudes que desarrollan un carácter creativo y generoso.
En la práctica me tocó conocer dos jóvenes de Concordia, que eran ambidiestras Tomaban dos tizas y en el pizarrón, con las dos manos al mismo tiempo dibujaban un jarrón con perfecta simetría y con lapicera sobre un papel, dibujaban una cara perfecta, caso digno de admirar ese don natural que ellas poseían.
Teresita Miñones de García