La Gruta de Lourdes busca reabrir su comedor comunitario tras el cierre temporal

Sin embargo, en los últimos días, este servicio diario —que funciona de lunes a viernes al mediodía— debió interrumpirse, generando preocupación y comentarios en redes sociales. El padre Cristian Arévalo, a cargo de la parroquia, explicó públicamente que el cierre no fue una decisión de la comunidad parroquial ni del equipo que lleva adelante la tarea, sino la consecuencia directa de la finalización del convenio con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que aporta los recursos para sostener el comedor.
“Estamos a la espera de firmar el nuevo convenio para poder continuar con el servicio. Desde hace más de un mes venimos preparando la documentación que nos solicitaron, pero los tiempos burocráticos son así, y lamentablemente no se llegó a tiempo para evitar la interrupción. Lo ideal hubiese sido que un convenio empalme con el otro, pero eso no dependió de nosotros”, señaló el sacerdote. El comedor dejó de funcionar el jueves y viernes pasados, pero Arévalo remarcó que la intención es retomarlo el próximo lunes gracias a una campaña solidaria que la parroquia lanzó de manera urgente. “Por medio de las redes hemos difundido un flyer y en breve saldrá un video para invitar a la comunidad a colaborar. Ya hemos recibido el apoyo de muchas personas e instituciones, pero necesitamos seguir sumando voluntades para poder sostener el servicio hasta que el financiamiento se normalice”, explicó. Actualmente, el comedor reparte alrededor de 450 raciones diarias, destinadas principalmente a familias de la zona sur, aunque también se acercan vecinos de otros barrios. El servicio consiste en el almuerzo, que en algunos casos se consume en el lugar y en otros se lleva a los hogares para compartir en familia. Las donaciones de alimentos pueden entregarse en la secretaría parroquial de lunes a sábado, de 16 a 20 horas. Los productos más necesarios son arroz, fideos, puré de tomate y verduras frescas. También se reciben aportes económicos, fundamentales para la compra diaria de carne y otros insumos perecederos, a través de la cuenta con alias suma.cuarto.cacao. A pesar de la interrupción, el comedor de los sábados seguirá funcionando como de costumbre. Este espacio, sostenido íntegramente por voluntarios y donaciones, suele convocar a más de mil personas, que reciben un plato de guiso y, cuando es posible, una bolsa con alimentos para llevar. “Ese servicio se mantiene, porque se organiza de otra manera, con donaciones directas y trabajo de los voluntarios de la parroquia”, aclaró Arévalo. El sacerdote cerró su mensaje con un pedido a la comunidad: “Necesitamos la ayuda de todos. Cada aporte, grande o pequeño, hace una gran diferencia. Y también les pedimos que nos acompañen con su oración para que Dios, con su amor y su providencia, nos siga sosteniendo y podamos seguir sirviendo a nuestros hermanos más necesitados”.