Joaquín López Flores: Músico, escritor, compositor, folclorista
Joaquín López Flores, anduvo setenta años por todo nuestro país, desde que la tradición, se le prendió para siempre en su camino. Su itinerario fue un derroche de búsqueda. El sur, todo el norte, la cordillera, las provincias mesopotámicas, el centro, digamos todo nuestro mapa, lo vieron arrastrar, su poncho interminable. Siempre con su fervor permanente por las cosas que él hacía fuerza por hacerlas sobrevivir.
Decía:" para ser folclorista debe ser anónimo nuestra música, apenas tenemos dos obras "El gato Sol del 25 y la "Zamba de Vargas, el resto son canciones nativas, por eso solo 49 de ellas, son bailes folclóricos. El resto son señales apócrifas de las cosas antiguas en su alma se reconocen otros orígenes. Lo que se deber hacer, es que la tradición no se marchite, no salirse de la huella".
Así llegó a realizar un film, para que quedaran las danzas folclóricas recuperadas de su trazado original. Lo logró junto al grupo tradicionalista "José Hernández" dirigido por Mirian Moreno y se logró junto con 14 bailarines. Saber lo auténtico, para después estilizarlo de acuerdo a los tiempos modernos, y luego se van adaptando, pero sin perder su esencia.
Fue conferencista de dilatada labor, escritor sumamente consultado, charlista y asesor, su tarea no parecía tener límites. Editó libros que enseñaban todas las danzas y sus coreografías las dibujaba en forma sencilla y bien comprensibles, y eran aplicadas en la enseñanza de todas las escuelas, colegios y en las peñas.
Anécdota.
Un día llegó a Concordia a dictar una conferencia en Cultura, y allí lo conocí a este tan importante personaje del saber criollo, y me dijo: "Señora me han dicho usted es la Directora del Ballet Estable, y que es muy creativa, y que me ha realizado dijo muchos ballets. Yo siento en este momento de mi vida un momento de inspiración y deseo hacer un ballet, pero me falta la musa inspiradora que me dé un tema, para yo crearle la música, ya que yo hice hace un tiempo un ballet para los bailarines del Teatro Colón y se realizó con la orquesta de dicho Teatro Colón. Deme ya, un tema". Se pueden imaginar mi sorpresiva sorpresa, así tan de golpe y al instante reaccioné, y le dije el tema del río Paraná. No le dije sobre nuestro río Uruguay, porque sabía nuestro río nace en Brasil en Santa Catarina, y en cambio el río Paraná nace en nuestras majestuosas Cataratas del Iguazú, donde se forman los arcos iris que significa nuestra Terpsícore musa griega que representa a la danza, que es la unión del cielo y la tierra, de Dionisio y Apolo. Le fui explicando comenzar con las cataratas y su zona de su naturaleza de pájaros, mariposas yaguar, arañas, luego las aguas celestes, las garzas rosadas, y desembocar en las aguas turbias del río de la Plata.
El segundo acto: la llegada de los descubridores españoles, y de nuestra fe cristiana con los misioneros. El tercer acto pasado un tiempo, el mestizaje con la formación de nuestros criollos y nuestras paisanas, finalizando con nuestro pájaro nacional el hornero, la flor nacional el ceibo y la rotura de las cadenas y la liberación y formación de nuestra patria Argentina. Luego le gustó y me dijo lo iba a escribir las partituras en las playas de Santa Teresita, Lo terminó y me lo interpretó todo en su piano y me entrego la partitura.
De allí se empezó a realizar cada partitura, para cada instrumento de nuestra Orquesta Estable de Concordia, que era nuestro orgullo. Lo dirigía el Director Maestro Luis Quaranta, de la ciudad de Gualeguaychú, que viajaba todas las semanas, y que tenía una formación musical de amplia trayectoria en Italia.
Nuestra Orquesta Filarmónica estaba formada por: violines, viola, violoncelos, contrabajos, flauta, clarinetes, trombón, trompetas, corno en fa, timbales, y piano. Toda gente digna de destacar, por ser todos ellos artistas musicales, de enorme calidad humana, y amor al arte de la música por, sobre todo puesta de manifiesto siempre. Esto lo expresa muy bien el señor escritor Pedro Garayalde en su libro “La edad de oro de la música en Concordia”, de editorial DIMSA 2018.
Además de acompañar á nuestro Ballet, la Orquesta Estable de Concordia, nos acompañaba en una parte el Coro Estable de Concordia que era Dirigido por el Maestro Enrique de Monte Caseros.
Desde el pulman salían sus voces maravillosas otorgando un clima celestial, desde arriba envolvente en toda la sala, con sus temas de la llegada de los misioneros con la cruz, una vidalita, y una chamarrita flor de ceibo. De titulo le puse al Ballet “Heredad”. Se estrenó el 8 de Julio de 1968 en el Teatro Gran Odeón, en Función de Gala y fue declarado ESTRENO
NACIONAL A DICHA OBRA HEREDAD.
Posteriormente se estrenó en la R.O.del Uruguay en Salto, en el Teatro Larrañaga, al ¿lía siguiente en Paysandú, en el Teatro Florencio Sánchez. En la fiesta del arroz en San Salvador, en un escenario enorme en la calle. En Federal, Chajarí y en Mercedes Corrientes, en el Teatro Cervantes. En todos lados íbamos la compañía con 70 integrantes, con coro, ballet y orquesta, todas las funciones realizadas en 1968.Todas a total beneficio de Instituciones, necesitadas.
El 9 de Julio de 1975 se estrenó en Función de Gala en la ciudad de Paraná, en el Teatro 3 de febrero, pero con el coro de la Agrupación Coral de Cámara, de la ciudad, dirigido por Abel Schaller y con la Orquesta Sinfónica de Paraná, con el director Carminio Castagno, y con nuestro Ballet Estable de Concordia.
“Heredad “: representó la herencia que tuvimos de esta tierra, la llegada de los descubridores españoles, y la presencia de la fe cristiana. Con el tiempo la formación del criollo, que defendió su tierra, y formó la libre Patria Soberana Argentina.
Recientemente celebramos el día de la tradición, y me pareció buen momento para recordar a todos estos artistas de nuestra querida Concordia, que se brindaron horas de sus vidas para brindarnos todo su arte, en bien de otorgarnos cultura y placer lleno de armonía.
Finalizo con un verso de mi autoría sobre este ballet.
“ Heredad”
Oíd, las voces que nacen
De adentro de la patria misma
Oíd, que vienen
Como tropel de animales salvajes
El surco abierto con sangre
que el criollo de guerra vivió
se abre ahora a la vida
y quiere de paz y semilla vivir.
Patria, patria que nace
dulce, dulce amanecer
como arrullo de paloma
el criollo argentino
empieza a vivir.
Trabaja como el hornero
con la pasión roja del ceibo
y con la pureza blanca de una nube
y con un trozo de cielo, tiene su bandera.
Patria, patria nuestra
pampa, monte, selva
llanos, montañas, ríos, mares,
todo clama desde adentro
una voz que vibra, que dice
¡Patria, Argentina Salud!
Teresita Miñones de García.