Gaza: Obispos de Tierra Santa esperan que la tregua sea el paso a una paz duradera

Los obispos católicos de Tierra Santa recibieron con satisfacción el anuncio del alto el fuego en Gaza, que tiene como objetivo “poner fin a las hostilidades, devolver a los rehenes israelíes y liberar a los prisioneros palestinos”.

“Esperamos que este alto el fuego marque el final a la violencia que ha causado un sufrimiento inconmensurable”, expresan en una declaración conjunta y agregan: “Es un paso necesario para detener la destrucción y satisfacer las urgentes necesidades humanitarias de innumerables familias afectadas por el conflicto”.

“El fin de la guerra no significa el fin del conflicto”, advierten y consideran que “es necesario abordar de forma seria y creíble los problemas profundamente arraigados que han estado en la raíz de este conflicto durante demasiado tiempo”

Los obispos latinos y de ritos orientales de la región, aseguran que “una paz auténtica y duradera sólo puede lograrse mediante una solución justa que aborde las causas profundas de este largo conflicto. Esto requiere un largo proceso, la voluntad de reconocer el sufrimiento del otro y una educación centrada en la confianza que lleve a superar el miedo al otro y la justificación de la violencia como herramienta política”, plantean

“Esperamos sinceramente que este alto el fuego marque el comienzo de un nuevo camino hacia la reconciliación, la justicia y una paz duradera. Que éste sea el primer paso en un camino que promueva la sanación y la unidad entre todos los pueblos de Tierra Santa”, anhelan.

Tras manifestar que esperan con “impaciencia” el regreso de los peregrinos a los santos lugares, recuerdan que esos sitios sagrados “están destinados a ser lugares de oración y paz, y anhelamos el día en que los peregrinos puedan visitarlos nuevamente con seguridad y alegría espiritual”.

“A pesar del dolor que hemos sufrido, seguimos mirando al futuro con una esperanza inquebrantable”, afirman. 
Por último, hacen un llamamiento a los responsables políticos y a la comunidad internacional para que aborden “una visión política clara y justa para la posguerra”. 

“Un futuro construido sobre la dignidad, la seguridad y la libertad para todos los pueblos es un requisito previo para una paz verdadera y duradera. Instamos a todas las partes a que apliquen las medidas inmediatas y negocien las futuras medidas del acuerdo de buena fe”, concluyen. (AICA)