Encendemos la Cuarta y última Vela de Adviento
En el último domingo de este �STiempo de Espera⬝, así denominado el Adviento, al encender ya estas cuatro velas, pensamos en ella, la Virgen, tu Madre y nuestra Madre.
Y la invocamos así: �SNadie te esperó con más ansia, con más ternura, con más amor. Nadie te recibió con más alegría⬦⬝ En ese instante, se enciende el cirio de color blanco que se encuentra en la parte central de la Corona, el cual simboliza la luz del nacimiento de Jesús. Entonces, cuando miremos la corona de Adviento con sus cuatro velas encendidas, notaremos que brilla más que de costumbre; posee más luz que semanas anteriores⬦
Es cuando debemos entender y asumir que según hemos ido avanzando durante este tiempo de Adviento, las tinieblas se han ido disipando para darle paso a la Luz verdadera que está por llegar.
Bien vale la comparación al pensar que es la misma experiencia que vivieron los Magos de Oriente y los pastores: según la estrella se aproximaba al Pesebre, brillaba con más fuerza, con más intensidad. Indicaba que el Mesías estaba por nacer; que la Luz iba a entrar al mundo⬦
Dicho esto y asumiendo que nos restan muy poquitos días para la Navidad, ese instante tan esperado por todos, pidámosle a Dios la gracia de abrir nuestros corazones y dejarnos alumbrar por la Luz que viene de lo alto, para que con María y José, los Ángeles, los Magos y los Pastores, entonemos todos juntos un canto de alabanza a nuestro Dios Padre. (Oscar A. Miño)