En el lago Salto Grande: floración de cianobacterias: causas, impacto y prevención
El lago Salto Grande enfrenta una situación crítica debido a una intensa proliferación de cianobacterias (conocida comúnmente como “verdín”). El Dr. Martín Novoa, docente, investigador y actual director del Grupo de Investigación y Servicios en Aguas y Efluentes (GISAE) de la Facultad de Ciencias de la Alimentación de la UNER, explicó en detalle este fenómeno que afecta tanto al ecosistema acuático como a la salud humana.

Un fenómeno agravado por el clima y la contaminación
Lo que popularmente se conoce como «verdín» en época estival es en realidad una «floración” o “bloom» causada por cianobacterias, que son bacterias fotosintéticas. Según el Dr. Novoa, estos microorganismos se encuentran ampliamente distribuidos en los sistemas acuáticos, aunque también pueden encontrarse en otros ambientes. Son fundamentales para el correcto funcionamiento de los ecosistemas, aunque su concentración en exceso puede ocasionar problemas ambientales.
En el caso de las floraciones, las cianobacterias proliferan rápidamente cuando se dan ciertas condiciones en el ambiente: altas temperaturas (principalmente en verano), estabilidad de la columna de agua, escasez de precipitaciones, estancamiento del agua y exceso de nutrientes disueltos (Nitrógeno y Fósforo). “La combinación de estos factores crea un ambiente propicio para la reproducción masiva de estos microorganismos», detalló Novoa. Los nutrientes pueden provenir por escorrentía superficial de fertilizantes y agroquímicos debido a precipitaciones, por desechos orgánicos y/o por efluentes cloacales e industriales que desembocan en el lago.
Consecuencias ecológicas y económicas
La acumulación de cianobacterias en la superficie del agua forma una capa densa de color verde azulada, bloqueando la entrada de luz solar y disminuyendo drásticamente aún más el oxígeno disuelto en la columna de agua. «Esto podría provocar la mortandad de peces y otros organismos acuáticos, afectando el equilibrio ecológico de los cuerpos de agua», advirtió. En ocasiones, la floración puede estar acompañada por un fuerte olor similar a la tierra mojada causado por la liberación de una sustancia llamada geosmina, la cual no es tóxica.
Muestra de agua tomada del Embalse Salto Grande
Además del impacto ambiental, la proliferación de estas bacterias genera pérdidas económicas debido al olor y aspecto desagradables y la afectación del turismo. «Este fenómeno ocurre todos los años en esta región, pero en 2025 se ha observado con mayor intensidad y persistencia, agravado por la falta de lluvias y el aumento de las temperaturas debido al cambio climático», agregó.
¿Cómo afecta a la salud humana?
Las cianobacterias son capaces de producir sustancias tóxicas, llamadas “cianotoxinas”, peligrosas para la salud humana. Pueden provocar dermatitis al entrar en contacto con la piel y en caso de que el agua entre en contacto con ojos, nariz o boca o se lleve a cabo la ingesta durante la inmersión, puede provocar diarreas, vómitos, problemas respiratorios, fiebre y cefaleas. Se ha reportado que la ingesta de cantidades mayores de agua o la exposición prolongada, dependiendo de la cantidad de las cianobacterias y su toxicidad, podrían generar daños hepáticos y neurológicos. Los más vulnerables son los niños, por lo que se recomienda evitar cualquier tipo de contacto con el agua contaminada. Dado que las cianotoxinas pueden persistir incluso luego de que haya finalizado un evento de floración, se recomienda no pescar ni consumir pescados extraídos durante el bloom.
Medidas preventivas y monitoreo constante
Ante esta situación, se han implementado campañas de monitoreo y prevención en el marco de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU). Se está utilizando el ‘Ciano Semáforo’ con tres niveles de alerta: verde (nivel de riesgo bajo), amarillo (nivel de riesgo medio) y rojo (nivel de riesgo alto).
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