El monumento a San Martín en Boulogne Sur Mer
La inauguración del monumento tuvo lugar el 24 de octubre de 1909, y así quedó testimoniado en la placa de bronces.
Casi todos los escultores en los cuales se pensó pusieron obstáculos para el trabajo, en vista del breve tiempo disponible. Hubiera sido un honor sobresaliente para la memoria de San Martín que el insigne Rodin aceptara el encargo. Pero, lamentablemente, no tuvo otra alternativa que responder a los miembros de la Comisión Organizadora: "En nueve meses se puede hacer un niño de carne y hueso, pero un guerrero de bronce, con caballo y todo, es imposible".
El propio Rodin recomendó a otros escultores de mérito residentes en París a los cuales se les podría proponer el encargo: Antoine Bourdelle (16, Impasse du Main); Jule Desbois (89, Boulevard Murat) y algún otro. El trabajo se encargó, en definitiva a Henri Allouard, oficial de la Legión de Honor, domiciliado en 28 bis, rue Vavin, escultor correcto, pero sin verdadero soplo creativo.. el contrato de locación de obra lo suscribieron los argentinos Tomás B. Viera, Lorenzo Inurrigarro y Enrique B. Demaria, miembros de la Comisión Organizadora.
Se previó un monumento ecuestre, de bronce, de la proporción aproximadamente que el que se alzó en París a Jorge Washington, con pedestal de granito o piedra dura, de un alto total de nueve o diez metros. La estatua en sí, debía tener una altura de 3,80 a 4 metros. "Este pedestal-reza el contrato- comprenderá en la parte anterior, una alegoría de bronce de una altura aproximada de 2,50, simbolizando al hombre destinado a la liberación de la República Argentina" <el contrato se firmó en París, el 16 de enero de 1909. La suma total del costo se fijó en 150 mil francos. El artista debía recibir 10.000 mil en el momento de la firma: 10.000 mil en la aceptación del boceto por la Comisión Organizadora: 30.000 mil en el momento de la aceptación del boceto por parte de la Comisión del modelo definitivo. 25.000 mil durante la fundición, otros 25.000mil cuando el pedestal de granito o piedra estuviera completado y los 50.000 mil restantes cuando el trabajo estuviera totalmente terminado y aprobado.
El monumento se hizo por suscripción pública, con donaciones de la Argentina y con aportes de argentinos residentes en Francia. En la lista de donantes aparecen como suscriptores con residencia en París (se presume que las cifras son en francos entre otros el general Lucio V. Mansilla, con 200: Marcelo T. de Alvear con 500; Manuel Ugarte con 20: Manuel Quintana con 500 y Enrique Larreta con 1000. Entre los donantes de Buenos Aires se cuentan el general Ricchieri con 100 pesos; la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires con 30.000; la Comisión del Centenario con 20.000 y el Dr. Gregorio Aráoz Alfaro con 200.
Respondiendo a una carta en la que se le informa sobre el propósito de levantar al general San Martín en Boulogne sur Mer, su nieta Josefa Balcarce y San Martín de Gutiérrez de Estrada, contesta con correcto pero desganado tono. La ciudad no le parece el sitio adecuado para para el monumento por considerarla residencia ocasional de San Martín.
Dice la carta "Brunoy, 3 de noviembre de 1908. Sres. Miembros de la Comisión para la erección de un monumento al general San Martín.
“Señores:
Acuso a Uds. recibo de la atenta comunicación que se han servido dirigirme solicitando consultar mi opinión sobre el proyecto de elevar en Boulogne sur Mer un monumento a la memoria de mi abuelo, el General San Martin.
“Agradezco y aprecio debidamente tan patriótico proyecto, el que, sin embargo me sorprende, pues mi abuelo no residió sino accidentalmente y por corto tiempo en esa ciudad: no tuvo allí hogar propio, sino alquilado: y vivió en ella en completo retiro, así que su memoria es ciertamente desconocida de sus habitantes.
“En cuanto a referencias sobre la persona de mi ilustre abuelo, todas las que pueden interesar a sus compatriotas y admiradores, fueron comunicadas por mi señor padre, don Mariano Balcarce al ilustre general Mitre, y están contenidas en su Obra, que es el mas magnifico y definitivo monumento que pudo elevarse a la memoria de un héroe.
“Dejando así contestada su atenta consulta que se han servido ustedes hacerme, me suscribo de Uds. señores con toda consideración su compatriota y servidora”
FDO. Josefa B. y San Martín de Gutiérrez de Estrada
Sin embargo, y por lo que sabemos, el monumento en Boulogne sur Mer se hizo y las constancias están de su inauguración con la presencia de la distinguida dama, como invitada de honor.
La celebración se vio engalanada con la presencia de un Escuadrón de Granaderos a Caballo compuesto por 120 hombres, los que fueron seleccionados entre los distintos escuadrones que componen el histórico Regimiento. Los soldados con sus caballos viajaron en el barco de transporte “Pampa” junto con una Compañía de Fusileros de la Marina de Guerra Argentina. Estos caballos fueron luego obsequiados al Gobierno de Francia, cuya descendencia aún se conserva. También fue enviada la Fragata “Presidente Sarmiento” y las cañoneras “Rosario” y “Paraná”.
Participó el Ministro de Guerra de Francia, general Jean Brun. Los Coraceros Franceses y los Granaderos Argentinos desfilaron juntos por las calles de la pequeña ciudad. Las bandas de música de la Fragata “Sarmiento” y de los “Granaderos a Caballo” ejecutaron “La Marsellesa” y el “Himno Nacional Argentino”.
Entre los invitados se contaba la presencia de doña Josefa Dominga Balcarce y San Martín, nieta menor del ilustre general.
A medio día se sirvió un banquete para agasajar a la delegación argentina. La cabecera fue ocupada por el Ministro de Guerra de Francia general Jean Brun y el Ministro de Relaciones Exteriores argentino Ernesto Bosch, el embajador de Estados Unidos Hery White, el Secretario de Guerra de Francia Albert Sarraut, el Ministro Argentino en Roma Dr. Roque Sáenz Peña, el Ministro Argentino en Bélgica coronel Enrique B. Moreno y entre los invitados especiales Francisco P. Lavalle y Marcelo T. de Alvear.
A las 3 de la tarde se realizó el descubrimiento del monumento aplaudido por los asistentes premiando la magnífica obra.
Sin embargo, el broche de oro de la ceremonia fue el discurso pronunciado por el legislador y poeta Belisario Roldán. Esta elección no fue hecha al azar porque Roldán, “cultivaba la imagen esplendorosa, el párrafo elocuente, el milagro musical de la palabra, que aún sin expresar nada, arrebataba multitudes, el gran poeta tenía una elocuencia poco común y sabía dibujar con la palabra, sentimientos poderosos, paisajes deslumbrantes y sabía emocionar hasta las lágrimas a su auditorio