El hijo unitario de Facundo Quiroga, el tigre de los llanos
Juan Manuel de Rosas gobernaba la provincia de Buenos Aires por segunda vez desde 1835. La fuerte oposición al régimen rosista se hacía sentir tanto por parte de intelectuales exiliados como la Generación del 37 y milicias rebeldes que representaban los intereses del partido unitario como el Segundo Ejército correntino contra Rosas, bajo la dirección política del gobernador de Corrientes Pedro Ferré y el liderazgo militar del general Juan Galo de Lavalle, con el objetivo de operar y derrotar militarmente a los federales en las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe.
Por Juan Ignacio Garasino *
La campaña militar terminó en un estruendoso fracaso militar, porque la milicia unitaria continúo operando fuera de su teatro de operaciones original, expandiéndose en otras provincias que eran controladas por la Coalición del Norte.
Juan Ramón Quiroga fue uno de los cinco hijos del tigre de los llanos, el famoso Facundo Quiroga, asesinado en 1835 en Barranca Yaco, cuando recién comenzaba el segundo gobierno del Restaurador de las Leyes. Ramón fue unitario a diferencia de su padre, habiendo heredado de éste su coraje y valor.
La familia Quiroga había sido despojada de las estancias heredadas de Facundo en San Pedro y Arrecifes, siendo tal vez fue una de las razones por las cuales Ramón se haya sumado al ejercito unitario de Lavalle, cuando éste desembarcó en Punta Gorda, para combatir a Rosas. El ejército rebelde perdió su cohesión y su capacidad operativa en la batalla de Quebracho Herrado en noviembre de 1840, en la cual Quiroga con su lanza hizo estragos en la caballería de Oribe, pero sus esfuerzos no fueron suficiente para evitar la aventura unitaria de la derrota. Quiroga fue hecho prisionero, siendo el general Ruiz Huidobro, quien, al enterarse de la situación del hijo de Facundo, dirigió una misiva, el 13 de enero de 1841 a Manuelita Rosas para que intercediese ante su padre “para que tan luego como legue Ramón se me entregue, y que bajo mi responsabilidad permanezca en mi rancho todo el tiempo que deba subsistir aquí, así que como el que sea yo el conductor de su persona a cualquier parte donde se lo destine”.
Al día siguiente, Rosas ordenó a los jueces de paz de Arrecifes y San Pedro que devolvieran los bienes embargados a la familia del tigre de los llanos y estableció un decreto que consignaba que: “Por cuanto habiendo el gobernador infrascripto indultado a Don Ramón Quiroga, a consecuencia y memoria de los esclarecidos servicios de su invicto padre, víctima de los Salvajes Unitarios. Por tanto, entréguese en entera libertad al general Don José Ruiz Huidobro, para que personalmente lo acompañe y presente a su señora madre. Juan Manuel de Rosas.”
El desenlace de los protagonistas de esta historia fue trágico, siendo arrasados por la muerte y el olvido. El 9 de octubre de 1841, Lavalle fue asesinado, naufragando su proyecto militar y político unitario, continuado por otros medios e intentos en los siguientes años, hasta la caída del régimen de Rosas el 3 de febrero de 1852. Sobre Juan Ramón Quiroga, la historia no consigna mayores precisiones, pero podemos sintetizar esta parte de su vida pública con unos versos del Martin Fierro: “Hacéte amigo del Juez; /No le des de qué quejarse…/ Pues siempre es bueno tener/ Palenque ande ir a rascarse.”
(*) Mayor del Ejército Argentino. Segundo Jefe del Regimiento de Caballería de Tanques 6 “Blandengues”, con asiento en la ciudad de Concordia.