• Economia
  • Policiales
  • Deportes
El Heraldo
  • Interés General

    El complot criminal en Concordia - 1870

    No caben dudas de que aquel 11 de abril de 1870 se puso en marcha un golpe de estado de grandes proporciones y que conllevarían la muerte de los más ilustres ciudadanos de nuestra provincia, comenzando por quien marcó un antes y un después en Entre Ríos y en la República, Don Justo José de Urquiza.

    15 de abril de 2023 - 06:01
    El complot criminal en Concordia - 1870
    Ads

    Este sería asesinado en el Palacio San José, por una partida de 104 hombres, que había salido de la estancia �SArroyo Grande⬝, ubicada a 10 kilómetros de la actual San Salvador, propiedad del General Ricardo López Jordán.

    A su vez en Concordia debían ser asesinados sus dos hijos: el teniente coronel Justo Carmelo de Urquiza Sambrana, que se desempeñaba como Jefe Político de Concordia (hoy Intendente) y Waldino de Urquiza Calvento, Comandante de Milicias (Jefe de Policía) y medio hermano de Justo Carmelo. El plan se fue desarrollando de acuerdo a lo previsto por los complotados.

    Si bien estos hechos han sido relatados muchas veces en distintas versiones, (incluso yo mismo lo he hecho) es bueno recordarlos en este nuevo aniversario, en una versión más actualizada y por un testigo contemporáneo de los sucesos.

    Tomaré en este caso, no la versión más conocida y difundida de don Antonio P. Castro, el que a su vez la recogió de don Wenceslao Gadea, sino la del periodista don Fernando Gabino Méndez, quien fue involuntario testigo de uno de ellos y que después de los sucesos de esa noche, se exilió en el Uruguay.

    Dice don Fernando Méndez que el general Urquiza había encontrado su sucesor en Justo Carmelo, por su buen juicio y por haber logrado hacerse respetar sin necesidad de emplear violencia, gozando de general estima en la sociedad de entonces. Era una figura política con proyecciones y su nombre se mencionaba como futuro gobernador de la provincia.

    Era este un hombre de buen carácter y con una reputación de ser muy honrado.

    El coronel Federico Aberasturi era un emigrado viviendo muy pobremente en Concordia, (oriental y uno de los ilustres defensores y sobrevivientes de Paysandú durante el bombardeo, posterior ataque y crueldades cometidas por los brasileros sitiadores de la ciudad.

    Justo Carmelo se constituyó en protector de Aberasturi y le instaló el hotel que tenía por nombre �SLa Provincia⬝ para que se fuera defendiendo, pero en ese tiempo era el mejor hotel de la ciudad, protegiéndolo sin reservas. Y allí, en esa casa, colindante con lo que fuera el diario �SEl Litoral⬝ en la calle Entre Ríos (hoy playa de estacionamiento) se reunían a jugar a las cartas y �Smatear⬝ Justo Carmelo de Urquiza y varios amigos.

    Dice don Fernando G. Méndez, testigo del arribo del coronel Justo Carmelo al local del hotel �SEsa noche jugaba yo una partida de carambolas con un señor Jiménez, empleado de la aduana, siendo las 11 de la noche pasadas, cuando cruzó por la sala de billares Justo Carmelo de Urquiza, preguntándole a Aberasturi por los camaradas. ��Allí lo están esperando. en el cuarto�� le respondió Aberasturi.

    Y al cuarto fue sin demora saludándolo Jiménez y yo atentamente al cruzar, para que del referido cuarto lo sacaran muerto y que es la última pieza, en el fondo del segundo patio, a mano izquierda entrando por el zaguán.

    Mariano Querencio dirigía la �Soperación⬝ y era el hombre que representaría aquí en esta zona de Entre Ríos los planes del general Ricardo López Jordán.

    Justo Carmelo se sentó en una cama que había en la pieza, sentándose a su derecha el mayor Herrera, que fuera designado para darle la primera puñalada. Y sin más trámite, le ladeó la mano y el brazo izquierdo se la dio en el pecho, sumiendo el puñal hasta el cabo, apuñalándolo luego los demás circunstantes.

    Esta relación me la hizo en Corrientes- en Paso de los Libres- el mayor Herrera, con el que tuviera yo relaciones personales casualmente.

    Después se sacó del hotel de Aberasturi el cadáver, hotel que se llamó desde ese día del �SMate amargo⬝, metido en una bañadera, llevándose por un carrito a la costa del Yuquerí, ocultándose en las proximidades de la picada �SPancho Rosa⬝ apareciendo pasados varios meses comprobándose por las autoridades respectivas su identidad, al que se le diera sepultura en nuestra necrópolis.

    En cuanto a Waldino de Urquiza se desempeñaba como Comandante de Milicias con el grado militar de coronel, quien vivía en su propia casa, donde hoy está el Café Cristóbal, contiguo al cuartel.

    No era de buen carácter Waldino, sino más bien autoritario y corajudo, había combatido en Concepción del Uruguay rechazando la invasión de los generales Manuel Hornos y Juan Madariaga en la formidable jornada del 21 de noviembre de 1852.(hay una calle de Concepción del Uruguay que lleva ese nombre, 21 de Noviembre) Combatió también junto a los orientales contra las tropas de Venancio Flores en las cercanías de Paysandú y era un decidido protector de los emigrados uruguayos, a quienes ayudaba de todas las formas, incluso de su propio bolsillo.

    Por las razones antes expuestas, era necesario entonces eliminarlo primero a él, antes que, a Justo Carmelo, por ser mucho menos dócil que su medio hermano. Dice el Oficial Ayudante Ramón Leiva muchos años después �Sque fue sacado con engaños de su casa y llevado a la Comisaría de Ordenes. Era Comisario de Ordenes el mayor Burgueño; este era un oriental que después del hecho se incorporó a las fuerzas revolucionarias en el vecino país, mandadas por el general Timoteo Aparicio, donde ascenderá hasta el grado militar de coronel, y ser persona muy conocida y de significativa importancia entre los suyos.

    Waldino fue entregado a la madrugada montado y amordazado a un asesino de apellido Chamorro, asesino de mentas sanguinarias en las fronteras de la vecina provincia quién con dos sujetos correntinos, también asesinos bien probados recibiéndolo para matarlo. Lo montaron a caballo y lo llevaron de tiro. Lo bajaron en la calle A. del Valle (hoy de ese nombre) antes Santa Fe y frente a un tunal que formaba parte del cerco en la mitad de la cuadra.

    Estaba parado en la esquina norte recostado en un poste, Elías Díaz, platero de oficio quien presenció todo y al día siguiente, atemorizado por su suerte se refugió en el Salto, donde refirió todo lo que vio y donde se radicaría definitivamente con su oficio de platero. Waldino fue lanceado por Chamorro y sus compañeros, le pusieron unos maneadores en los tobillos y lo arrastraron por la mitad de la calle a la cincha, ocultándolo detrás de la puerta del cementerio (Viejo). El cadáver de Waldino, degollado y lanceado apareció al día siguiente, allí donde sus asesinos lo dejaron y donde posteriormente le dieron sepultura, su esposa, sus hijos y demás familiares sin ceremonia alguna, dada la situación.

    Hoy su tumba se encuentra en el cementerio de Concepción del Uruguay, con una lápida de mármol que dice

    �SCoronel Waldino Urquiza, asesinado en Concordia el 11 de abril de 1870⬝.

    Las cenizas de Justo Carmelo se encuentran en la Basílica de Concepción del Uruguay, en una urna detrás del órgano italiano de 220 tubos en el interior del templo⬝.

    Estos son los hechos de esa noche trágica en una versión distinta a la más conocida de don Antonio P. Castro, donde se puede señalar a don Fernando G. Méndez como relator de primera mano de esos sucesos. El otro drama se había desarrollado más temprano en el Palacio San José, con el alevoso crimen del General Justo José de Urquiza.


    *Asociación �SJusto José de Urquiza⬝

    Temas
    • magazine

    AUTOR

    El Heraldo
    El Heraldo
    Ads
    Ads
    Ads
El Heraldo
SECCIONES
  • Agro
  • Carnaval
  • Ciencia
  • Cronograma
  • Cultura
  • Deportes
  • Ecología
  • Economía
  • Educación
  • Efemérides
  • Espectáculos
  • Gastronomía
  • Informativo Docente
  • Interés General
  • Opinión
  • Policiales
  • Política
  • Salud
  • Sociales
  • Tecnología
  • Turismo
  • Judiciales
2025 | El Heraldo| Todos los derechos reservados: www.elheraldo.com.arEl Heraldo S.R.L es una publicación diaria online · Director Periodístico: Roberto W. Caminos
Términos y condicionesPrivacidadCentro de ayuda
Powered by
artic logo