Eduardo Pironio, profeta de la esperanza, ya es beato
Fue proclamado en una celebración presidida por el enviado papal, cardenal Fernando Vérgez, frente a la basílica de Luján. También se estableció que su fiesta litúrgica sea el 4 de febrero.
El cardenal Eduardo Francisco Pironio, “el profeta de la esperanza” fue proclamado este sábado beato en una celebración eucarística presidida por el enviado papal, cardenal Fernando Vérgez, ante una multitud de personas que colmaron la plaza General Belgrano, frente a la basílica santuario de Nuestra Señora de Luján.
Después de la lectura de la biografía de Pironio a cargo del padre Toni Witwer SJ, quien aseguró que fue el “cardenal de los jóvenes”, comenzó el rito de la beatificación.
El cardenal Vérgez leyó en latín la carta apostólica en la que el Papa Francisco concede la beatificación y establece la fecha de la fiesta litúrgica.
“Nos, acogiendo el deseo de nuestros hermanos Angelo Donatis, vicario general para la diócesis de Roma y cardenal de la Santa Iglesia Romana; de Jorge Eduardo Scheinig, arzobispo de Mercedes-Luján; y de los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina; así como de muchos otros hermanos en el Episcopado y de muchos fieles. Después de haber recibido el parecer del Dicasterio de las Causas de los Santos, con nuestra autoridad apostólica concedemos que el venerable Siervo de Dios Eduardo Francisco Pironio, cardenal de la Santa Iglesia Romana, humilde pastor según el espíritu del Concilio Vaticano II, testigo de esperanza y paciencia evangélica, infatigable defensor de la causa de los hermanos más pobres, de ahora en adelante sea llamado beato”, leyó con la voz entrecortada por la emoción monseñor Carlos Malfa, obispos de Chascomús y colaborador de Pironio en sus años en la diócesis de Mar del Plata.
(AICA)