Cuando un pasaje inútil se convierte en esperanza para todos
Hace 12 años, Martín, lector de diario El Heraldo, conservaba un pasaje de LAER (Línea Aérea de Entre Ríos) que nunca pudo usar: era su boleto de regreso a Concordia que quedó trunco por la quiebra de la aerolínea. Se estima que fue uno de los últimos emitidos antes de ese cierre. Lo más doloroso fue que, cuando fue al Aeroparque para hacer el check-in, la oficina de LAER ya no existía. Un papel que quedó literalmente sin destino.
Hoy, ese recuerdo cobra un nuevo sentido.
Porque este lunes 15 de septiembre de 2025, la ANAC habilitó oficialmente el aeropuerto Comodoro Juan José Pierrestegui de Concordia para vuelos comerciales, sanitarios, militares y de emergencia.
Se trató de un momento largamente esperado: la puesta en valor de la terminal incluyó una nueva terminal de pasajeros de más de 1.800 m², pista extendida a 2.000 metros, torre de control nueva, modernización de equipamiento, mejoras en balizamiento, planta de combustibles, estacionamientos, nuevos edificios operativos, entre otras obras.
Este aeropuerto vuelve a conectarnos, no sólo con Buenos Aires, sino con oportunidades: para el turismo, para la logística, para quienes vivían la molestia de tener que desplazarse mucho para volar.
Para Martín, para muchos, es el cierre de una herida abierta: ayer un pasaje que no servía, hoy una puerta que se abre.
Es un símbolo de que las estructuras que parecían perdidas pueden volver: de que Concordia recupera su aeropuerto, y con él, la dignidad de la movilidad, la expectativa del desarrollo, el orgullo local. Que hoy ese boleto sin uso comparte el escenario con los primeros vuelos, y con la promesa de nuevas rutas y destinos.
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