�altimo adiós a Mons. Maulión en Paraná y en Rosario
Las comunidades arquidiocesanas de Paraná y Rosario, donde monseñor Mario Luis Bautista Maulión desempeñó su ministerio episcopal, rezaron el 28 de septiembre por su eterno descanso.
La arquidiócesis de Paraná celebró, en el día del inicio de la Novena en honor de Nuestra Señora del Rosario de Paraná, una misa para despedir a monseñor Mario Luis Bautista Maulión, fallecido el domingo 27 de septiembre.
La Eucaristía estuvo presidida por el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, quien en su homilía señaló: �SLas circunstancias tan tremendas que estamos viviendo en nuestra Patria no nos permiten hacer el homenaje que quieren hoy todos los sacerdotes como agradecimiento a toda la tarea que ha hecho en nuestra diócesis⬝.
�SPor eso hemos querido, en esta primera misa de la novena, rezar por él, darle gracias a Dios por el don de su persona y darle gracias a él por su entrega, por su sí, como María⬝.
�SNosotros hoy una vez más queremos hacer nuestra profesión de fe, creemos que la muerte no es el fin, sino el comienzo de la verdadera vida, y eso tenemos que vivirlo plenamente. Mario no ha muerto, sino que ahora vive y tenemos confianza absoluta que ya está gozando de la eternidad santísima⬝, aseguró.
�SQuiero darle gracias a Dios y darle gracias a él⬝, expresó monseñor Puiggari, porque �Sdejó muchos años y mucha energía. �0l trabajó mucho al servicio de la Iglesia: primero en su Iglesia de origen como formador, maestro, rector del seminario de Rosario; después como obispo auxiliar; después como obispo de San Nicolás de los Arroyos, y terminó como arzobispo de Paraná, siempre diciéndole ��sí�" a Dios⬝.
�STambién prestó muchos servicios a la Iglesia en la Argentina, durante muchos años fue el presidente de la Comisión Episcopal de Educación en momentos muy difíciles. También fue el presidente de la Comisión de Comunicaciones, en un momento, por decir así, de un cierto relanzamiento de la comunicación hacia adentro y hacia afuera de la Iglesia⬝, recordó. �SY así, toda tarea que le pidieron, siempre con mucha generosidad⬝.
El arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, presidió una misa en la catedral Nuestra Señora del Rosario, para pedir por el eterno descanso de monseñor Maulión. �S¡Qué gracia enorme y cuántas gracias tenemos que dar a Dios por nuestra fe!⬝, expresó en su homilía. �SEsta fe justamente es la novedad en el mundo, porque rompe con el ciclo natural, que todo se repite, que nada nuevo hay bajo el sol, que todo se termina con la muerte, sino que para nosotros la muerte es esa Pascua, ese paso definitivo a la casa del Padre, en la espera de la feliz resurrección de la carne⬝. �SNos hemos reunido en torno al altar del Señor para ofrecer el santo sacrificio de la misa, especialmente por nuestro hermano, monseñor Mario Luis Bautista Maulión. Varón de Dios, primero feligrés de esta arquidiócesis de Rosario, luego sacerdote, entregando su vida al servicio de Dios y del pueblo que le fue confiado, especialmente durante muchos años profesor del seminario, y luego su rector. Un hombre que dedicó gran parte de su vida a la formación de futuros sacerdotes⬝, recordó.
�SToda una vida dedicada al pastoreo de los fieles. Ciertamente que el Señor hoy premia su entrega, su sacrificio, su generosidad, su bondad, de hombre de Dios, pastor bueno y fiel, que ejerció este oficio de amor que es la misión episcopal⬝.
�SPor eso en medio del dolor que nos provoca la pérdida de un hermano nuestro, guardamos en el corazón esa profunda esperanza que nos dice la Escritura: ��Con mis ojos contemplaré al Señor, mi redentor�", y de unirnos un día, después que a nosotros nos toque pasar el umbral, reunirnos en la vida eterna con este hermano nuestro para el festín eterno, para el banquete celestial. (AICA)

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