16 de marzo, nuevo aniversario del glorioso Regimiento de Granaderos
Con seguridad, nunca pensaron aquellos muchachos que hacían instrucción militar en el paisaje mojado de la Plaza de Retiro, bajo las órdenes de jóvenes de familias distinguidas de la ciudad de Buenos Aires, a quienes dirigía la figura arrogante de un hombre que se movía nervioso, impartiendo órdenes y dando instrucciones para formar un regimiento de caballería como le había encomendado el Gobierno.
Es José de San Martín, que al lado de sus selectos oficiales, el recio espíritu del prócer está forjando el temple magnífico de los gestores de la emancipación americana. Que estaba naciendo, para la gloria de la patria, el Regimiento de "Granaderos a Caballo", allá por el año 1812.
Esos años fueron determinantes para su intervención, y consagración, primero la brillante página de la batalla de San Lorenzo, que fue su bautismo de fuego y mostró el temple de sus efectivos, como Cabral y Baigorria, que son determinantes en su actuación y heroísmo que quedan inscriptas en las brillantes páginas de servicio del regimiento, luego Las Coimas, Chacabuco...
El regimiento se aposenta en Mendoza, donde todo lo hace, vituallas, armamentos, instrucción, servicio secreto para confundir al enemigo en su ya tramado cruce de la cordillera de los Andes, para liberar Chile, por los pasos más proclives.
Efectuado el cruce y reanudada la campaña, Curapaligue, Gavilán, sitio de Talcahuno y Maypú, con victorias, que al consolidar la libertad de Chile, dejan expedito el camino a Perú, y una página donde se considera al General San Martín, un ejemplar estratega, lo que ha llegado aún hoy, a ser estudiado en la Academia Militar de Estados Unidos.
El regimiento en su acción libertadora parte por mar en 1820, interviniendo en Nazca y Pasco con dos escuadrones al mando del Coronel Alvarado, mientras otro, comandado por Lavalle, se bate heroicamente en Riobamba.
Luego, Pichincha, Junín, y Chacabuco son los últimos hitos de gloria que obtienen los granaderos a caballo en tierras peruanas, y a la vez, el broche de oro con que el regimiento cierra su gigantesca campaña.
Terminada la guerra, en 1826, se disuelve el regimiento, y de sus primitivos granaderos, muchachos sanos y fuertes que hacían instrucción militar en el paisaje mojado de la vieja Plaza de Retiro, regresan solo siete a Buenos Aires. Vienen al mando del Coronel Bogado, mientras unos transeúntes madrugadores los contemplan asombrados.
En el año 1903, el Regimiento de Granaderos es reorganizado, y reconocido como cuerpo permanente del Ejército, y que deberá usar en sus formaciones de parada el uniforme histórico del Granaderos de la Independencia, y tomará la derecha sobre los otros regimientos del Arma, y que en homenaje a su antecesor se denominara "Regimiento de Granaderos a Caballo".
Posteriormente, el 15 de julio de 1907, desígnase al Regimiento Nº 1, Granaderos a Caballo, Escolta Presidencial. Debiendo conservar el uniforme que actualmente tiene en uso.
Desde ese entonces el Histórico, y glorioso Regimiento, mantiene una guardia permanente en la Casa de Gobierno, cumpliendo la consigna de Regimiento Escolta Presidencial. Con esa consigna, debió intervenir en la defensa de la Sede de Gobierno, el 16 de junio de 1955, al ser atacada por infantes de marina, apoyados con fuego de ametralladoras, desde el Ministerio de Marina, y de la Secretaría de Asuntos Técnicos, además del ataque de los cuarenta aviones que picaban, ametrallando, cañoneando y bombardeando la zona.
También tuvieron destacada actuación los integrantes del Regimiento que combatieron en las batallas más cruentas para la recuperación de nuestras Islas Malvinas.
Todo ello, agrega, un jalón más a la trayectoria del regimiento, que cada día 16 de marzo, recuerda en su plaza de Armas, "con la alegría de sus efectivos, la histórica herencia de fervor y valor de sus integrantes, y principalmente de su creador y conductor.
Y agradecidos a las palabras del General José de San Martín, cuando expresó: "DE LO QUE MIS GRANADEROS SON CAPACES, SOLO YO S�0, QUIENES LOS IGUALEN HABRÁ, QUIENES LOS EXCEDAN, NO".
