Sin dólares, ¿hasta dónde vuelan los precios?
Maximiliano Montenegro, periodista económico que forma parte de #ComunidadAhora, describe el escenario actual del tipo de cambio, y las dificultades en el mediano y largo plazo para superar una crisis que se agrava a diario.
La corrida cambiaria desatada en la última semana expone un problema de fondo, por ahora insalvable para el Ministerio de Economía. Al impacto de la sequía sobre la cosecha de soja (que la redujo en más de la mitad), se le suma la paralización total de la venta de granos, lo cual reduce a un mínimo la oferta de dólares, justo en el momento en que se esperaba el mayor ingreso de divisas al país.
Cuanto más se amplíe la brecha cambiaria, con los dólares libres disparándose más del 100% por arriba del dólar oficial, menor será el incentivo del productor a vender granos. Con el dólar arriba de 460 pesos, el dólar soja a 300 pesos se hace menos atractivo, profundizando la escasez de dólares y potenciando las presiones sobre los dólares libres.
El fin de semana, la CIARA, la cámara que reune a las principales empresas cerealeras, le planteó al ministro de Economía, Sergio Massa, la necesidad de ofrecer a los productos un dólar más alto de los 300 pesos, pero la respuesta fue por ahora negativa.
Hasta ahora, los dólares que ingresaron las cerealeras, unos U$S 1.400 millones, son dólares de prefinanciación de exportaciones de las propias empresas, pero ese flujo se frena si con los pesos que reciben por cada dólar liquidado no consiguen comprar grano a los productos para procesar y exportar.
En los cálculos del Ministerio de Economía podían ingresar hasta fin de mayo unos U$S 5.000 millones por el dólar soja, pero ahora esa estimación aparece muy difícil de alcanzar. La cosecha total de soja ahora tiene un techo de U$S 14.000 millones, cuando hace unos meses se estimaban cerca de U$S 30.000 millones. A la sequía en Argentina, se le suma las lluvias en Brasil (segundo productor mundial de soja), que potenciaron su cosecha y deprimen los precios en el mercado internacional.
Sin más dólares de la soja, a Sergio Massa le queda buscar financiamiento extra de organismos internacionales, que está llegando en estas semanas, pero que no alcanza a cubrir el cráter de dólares que dejó la sequía.
Por eso, el otro camino posible, que se está negociando, es un adelanto de los desembolsos del FMI previstos para el resto del año (en junio, septiembre y diciembre), por un monto total de U$S 10.700 millones, además de una reprogramación de los vencimientos en lo que resta del año por un monto todavía mayor. La operación es difícil de concretar no sólo porque involucra las condiciones que deberá afrontar el próximo Gobierno, sino principalmente por las condiciones que exige el staff del Fondo.
Entre esas condiciones, la principal es una devaluación del tipo de cambio oficial. En ningún manual del Fondo se autorizaría esos desembolsos para el Gobierno venda dólares a $ 220 pesos para pagar importaciones, mientras le compra dólares a las cerealeras a $ 300 pesos y el dólar libre supera los 400 pesos.
Sin embargo, una devaluación del dólar oficial con la inflación corriendo arriba del 7% mensual (125% anual) conlleva el riesgo de un salto inflacionario todavía mayor (¿15% mensual?) que por ahora ni Sergio Massa, ni Cristina Fernández están dispuestos a correr.
Ante semejante panorama, la respuesta del equipo económico ha sido por ahora cerrar más el cepo para el pago de importaciones (con un virtual cierre del mercado cambiario los últimos 2 días hábiles) para acumular dólares como sea en el Banco Central. Mientras, se busca alguna alternativa para destrabar la oferta de dólares en el corto plazo. Pero esa estrategia inevitablemente seguira presionando sobre los dólares libres, una mayor remarcación de precios (para cubrirse frente a la reposición de stocks) y un ajuste más rápido en el nivel de actividad por falta de insumos para la producción.
Frente a esta corrida cambiaria, todas las alternativas hacia adelante apuntan a un mayor deterioro del escenario económico en los próximos meses. (Ahora)