LO QUE EL CORONAVIRUS NOS DEJ�
Mascarillas, guantes, desechos médicos⬦, hasta empaques de comida para llevar es lo que ha dejado al mundo a modo de peligrosa herencia esta pandemia, que aún no termina, porque el COVID-19 no está resuelto a retirar su lucha, a pesar de las vacunas.
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El reciclaje de toda esta basura ha colapsado todos los sistemas de reciclaje en muchas naciones, y no estamos refiriéndonos a las más pobres, precisamente. La determinante advertencia a la que nos enfrentamos es que �Ssi no se toman medidas, más del 70 % de ese plástico terminará arrojado en océanos, mares, ríos, arroyos y vertederos, y hasta un 12 % será quemado provocando todavía más y más contaminación, además de una cantidad de enfermedades desterradas hace mucho tiempo...⬝
LOS N�aMEROS HABLAN
- Se calcula que de todos los residuos generados por las actividades de atención sanitaria, aproximadamente un 85 % son desechos comunes, exentos de peligro.
- El 15 % restante se considera material peligroso que puede ser infeccioso, tóxico o radiactivo.
- Según estimaciones, se administran cada año en el mundo 16 000 millones de inyecciones, y lo alarmante es que no todas las agujas y jeringas son eliminadas correctamente luego de su uso.
- En algunas circunstancias, los desechos sanitarios se incineran, lo que puede dar lugar a la emisión de dioxinas, furanos y otros contaminantes atmosféricos tóxicos.
¿QU�0 DESECHOS DEBEN PREOCUPARNOS?
Desechos infecciosos: desechos contaminados con sangre u otros fluidos corporales (por ejemplo, a partir de muestras de diagnóstico desechadas), cultivos o cepas de agentes infecciosos procedentes de actividades de laboratorio (por ejemplo, desechos relacionados con autopsias o animales de laboratorio infectados, o desechos relacionados con pacientes ingresados en salas de aislamiento y equipo conexo (por ejemplo, hisopos, vendajes e instrumental médico desechable).
Desechos anatomopatológicos: tejidos, órganos o fluidos humanos, partes corporales y cadáveres de animales.
Objetos punzocortantes: jeringas, agujas, bisturíes y cuchillas desechables, etc.
Productos químicos: por ejemplo, disolventes utilizados para preparados de laboratorio, desinfectantes, y metales pesados contenidos en los dispositivos médicos (por ejemplo, mercurio en termómetros rotos) y baterías.
Productos farmacéuticos: vacunas y medicamentos caducados, no utilizados o contaminados.
Desechos genotóxicos: desechos muy peligrosos, mutágenos, teratógenos o cancerígenos, como los medicamentos citotóxicos utilizados para tratar el cáncer, así como sus metabolitos.
Desechos radioactivos: entre otros, productos contaminados con radionucleidos, por ejemplo material radiactivo de diagnóstico o radioterapia.
Desechos no peligrosos o desechos comunes: desechos que no entrañan ningún peligro biológico, químico, radiactivo o físico particular.
