MARCEL PROUST (París 1871-París 1922)
Hace pocos días, el 18 de noviembre, se cumplieron cien años de la muerte de Marcel Proust, una de las figuras centrales de la literatura del siglo XX.
Es reconocido fundamentalmente por esa obra monumental que es ''En busca del tiempo perdido⬝ (�Sì la recherche du temps perdu⬝), novela compuesta de siete partes publicadas entre 1913 y 1927 y que constituye una de las cimas artísticas del siglo XX. Su extensa novela fue muy influyente tanto en el campo de la literatura como en el de la filosofía y la teoría del arte. El escritor francés no llegó a ver publicada íntegramente la novela �los últimos tres tomos de los siete fueron impresos años después�; sin embargo, todavía hoy es un libro inacabable que despierta siempre nuevas lecturas.
Proust nació en una familia culta, de la alta burguesía, y fue muy protegido y cuidado ya que padecía asma desde niño. Luego de la muerte de sus padres, 1903 y 1905, buscó la soledad: se encerró en una habitación recubierta interiormente con corcho, para protegerse de los ruidos, y dedicarse enteramente a su novela, tratando de conservar su equilibrio físico y psicológico. En 1913 apareció la primera parte, poco comprendida por las editoriales; en ella se evidencia la nostalgia por su infancia y también el amor y los celos. Cuando en 1918 publicó la segunda, y ésta ganó el premio Goncourt 1919, ya se iban perfilando otros temas, como la intermitencia de los sentimientos y la transformación de las personas, M. Proust iba reconstruyendo su pasado partiendo de su presente. En los últimos años sostuvo una dura lucha contra su enfermedad para poder terminar la composición y la continua reelaboración de �Sì la recherche⬦⬝ La generación literaria precedente había legado a la de 1914 una filosofía del tiempo, la bergsoniana, cuya acción fue considerable porque se combinó con otros movimientos, con un sentido del interior oscuro y peligroso del hombre. Pero el tiempo perdido de Proust es un tiempo encontrado, gracias a las excavaciones en la memoria del autor. Lo que Balzac hizo con el tiempo histórico, Proust lo hizo con el tiempo psicológico. Pero él, que era novelista, pudo salir del tiempo psicológico, porque tenía el don de coincidir con el tiempo del otro, de ver y expresar más rupturas y variedades que en su propio tiempo.
Su obra, junto con la de Joyce y Kafka, constituye la expresión más importante de la crisis de la civilización burguesa. Por su energía intelectual, por la manera de definir y analizar las sensaciones y los sentimientos más recónditos, �SEn busca del tiempo perdido⬝ es una obra absolutamente original: Proust proyectó sobre la vida de la sociedad de la época una mirada perspicaz y penetrante y expresó los grandes temas de la pasión amorosa con un acento doloroso y cruel semejante al de Racine y Baudelaire.
En la Argentina, donde se sintió tempranamente su influencia en autores que van desde Mujica Láinez hasta Alan Pauls, y en especial Juan José Saer, hubo, la semana pasada, una serie de charlas con especialistas, críticos y lectores atentos de Proust en la Alianza Francesa y el Centro Cultural Rojas, además de conciertos, obras de teatro y proyecciones. Walter Romero, poeta, traductor y doctor en Letras dio una clase introductoria para acercarse a la lectura de En busca del tiempo perdido. En ella citó a Gérard Genette, quien sostiene que hay una idea de novela que nunca termina de empezar, donde uno está esperando la trama o la acción, se encuentra con un narrador insomne que da vueltas en la cama esperando el beso de una madre. Nada más trivial, y sin embargo él le dedica ese largo comienzo que ha llevado a que mucha gente abandonara prontamente la lectura.
�SLa novela admite muchas posibilidades; desde lo genérico es difícil entender si es una novela histórica, autobiográfica o de costumbres. Una forma de leerla es a contramano de todo lo que venía ocurriendo en la literatura de las primeras décadas del siglo XX⬝, dice Romero, quien durante tres años dio clases en el MALBA sobre En busca del tiempo perdido, recopiladas ahora en el libro Formas de leer a Proust, editado hace poco por el museo. �SProust se plantea un desafío que es escribir una especie de novela total. Lleva a su punto cúlmine la gran novela realista que intenta describir los nuevos fenómenos sociales de las grandes ciudades y eso lo mezcla con la exploración del yo.
Ya en su época estaba esa discusión sobre la necesidad de escribir breve. Se podría decir que Proust escribía contra su tiempo. Ni hablar de nuestra época, en el que predominan los textos fragmentarios de las redes. En ese sentido, la experiencia de leer la obra es interesante porque nos ofrece un remanso desde donde mirar de otra manera⬝, dice Llach, que este año coordinó por segunda vez una lectura colectiva de la novela.
Las charlas de �SExperiencia Proust⬝, fueron transmitidas vía streaming para todo el país a través de UBA WEB TV. El filósofo francés Jean Paul Enthoven dio una conferencia acerca de los celos y el amor en la obra de Proust, una temática tratada en sus libros sobre el escritor.
Y, como entretenimiento extra, el público podía completar el famoso Cuestionario Proust que popularizó este autor francés y que hasta hoy es utilizado por empresas e instituciones educativas para tener un �Stest de personalidad⬝ del ingresante. Extraemos algunos de los 30 puntos del cuestionario:
1. ¿Principal rasgo de su carácter? 2. ¿Qué cualidad aprecia más en un hombre?
3. ¿Y en una mujer?4. ¿Qué espera de sus amigos?5. ¿Su principal defecto?
6. ¿Su ocupación favorita? 7. ¿Su ideal de felicidad?
8. ¿Cuál sería su mayor desgracia? 9. ¿Qué le gustaría ser?
10. ¿En qué país desearía vivir? 14. ¿Sus autores favoritos en prosa?
15. ¿Sus poetas? 16. ¿Un héroe de ficción? 17. ¿Una heroína?
18. ¿Su compositor favorito?19. ¿Su pintor preferido?
20. ¿Su héroe de la vida real? 22. ¿Qué hábito ajeno no soporta?
26. ¿Qué don de la naturaleza desearía poseer?27. ¿Cómo le gustaría morir?
BIBLIOGRAFÍA: Thibaudet, A, Historia de la Literatura Francesa // Encicl.Monitor, X // https://www,infobae.com/cultura/2022/11/14/un-ciclo-paracelebrar-a-marcel-proust-a-cien-años-de-su-muerte-