Don Isaco Abitbol, el patriarca del chamamé, era de orígen judío
Don Isaco Abitbol vio la luz del Taragüí en Alvear (Provincia de Corrientes) el 29 de noviembre de 1917.
Este genial compositor se inició en la música a muy temprana edad, ejecutando la bandónica de oído. Este antiguo instrumento, parecido al bandoneón, pero con sonido de acordeón, era de un familiar que le permitía que practicara con él. Cuando su familia lo escucha, advierte que tiene notable talento musical y lo hacen estudiar piano.
Sin embargo fue Sebastián Hidalgo, el padre de la recordada folclorista Giannamaría Hidalgo quien le enseñó a tocar el bandoneón y el que lo guiaba y aconsejaba a Isaco era su hermano, Salomito Abitbol.
Con solo 18 años en 1935 se trasladó a Buenos Aires donde se vinculó al ambiente tanguero y conoció a muchos cultores de este arte con quienes, seguramente adquirió la destreza y la nostálgica melancolía de ese instrumento prodigioso.
Un año después Isaco se suma al conjunto �SLos hijos de Corrientes⬝ ya que él había ido recomendado a don Emilio Chamorro quien, luego de probarlo corrobora la recomendación y lo incorpora generosamente a su conjunto. No era común que la gente joven se destacara en la música del Litoral. Rápidamente se hizo conocer en el ambiente chamamecero y allí se vinculó a Ernesto Montiel, otro grande del chamamé con quien en 1942 deciden formar el conjunto �SCuarteto Correntino Santa Ana⬝ y el guitarrista Samuel Claus, también correntino de Paso de los Libres, igual que Montiel y el otro guitarrista Policarpo Benítez. Pasaría a llamarse luego, solo �SCuarteto Santa Ana⬝.
Conocí a Samuel Claus por una coincidencia. Cuando mi hijo mayor estudiaba en Buenos Aires, en el departamento vecino vivía Samuel Claus, la señora y una hija, en la Avenida Díaz Vélez casi Salguero, en el barrio de Almagro. Claus daba allí clases de música a algunos alumnos. Tengo de él un casete que me obsequió con su música acompañado por Alfredo Alonzo (guitarra), Esteban Rivero (acordeón), Tito Trevisán (bandoneón), era por el año 1992 o 93.
Isaco Abitbol a lo largo de su vida, fue conocido por su bonhomía, su humildad y su generosidad, no solo por su notable talento. Isaco tiene asegurado su lugar en la galería de los grandes chamameceros de la historia. Junto a Ernesto Montiel, Tránsito Cocomarola, Dalmasio Esquivel, Pedro de Ciervi. Todos ellos fueron los padres del género chamamecero. Pedro de Ciervi también integró junto a Isaco Abitbol y Ernesto Montiel el �SCuarteto Santa Ana⬝ invitado por Isaco en 1949.
Isaco sacaba sonidos de su bandoneón como solo puede sacarlo quien siente en lo profundo, la música que ejecuta y también crea.
Fue admirado por maestros del tango como Aníbal Troilo con quien alguna vez tocó, igual que con Ernesto Baffa con quien compuso �SSerenata a mi madre⬝ y también �SBodas de Plata⬝. Isaco Abitbol anduvo siempre con tangueros y seguramente de allí es que obtuvo ese genial fraseo tanguero incorporado al chamamé, además manejaba muy bien la mano izquierda, lo que según los entendidos es fundamental en el manejo virtuoso del instrumento.
Isaco creía en el destino, que ya estaba todo hecho, todo establecido, su música ya estaba hecha, solo había que encontrarla. Tenía (según sus amigos) un dolor escondido cuya melancolía reflejaba en su música.
No era un hombre rico en el sentido material, aunque ganó mucho dinero, pero con su manera de vivir y su generosidad con la gente, decía que su riqueza eran los amigos que la vida le dio. La trayectoria musical de don Isaco lo hizo acreedor de 3 discos de Oro y de su creatividad y su arte desfilaron sus obras como �SLa Calandria⬝, �SParaje Bandera Bajada⬝,�SLa Taba⬝, �SLa Zurda⬝, �SEl Lamento⬝, �SEstampa Correntina⬝, �SGeneral Madariaga⬝, �SLa Yapa⬝, entre los más exitosos. Sin embargo fue autor de más de 150 temas y premiado por SADAIC.
Sin saberlo, supuse el origen judío de don Isaco Abitbol, porque cuando escribí una nota sobre la inmigración judía en Entre Ríos, uno de los profesores era de apellido Bitbol, que dictaba francés en el Colegio del Uruguay. De allí deduje el origen sefaradí de don Isaco. Al parecer su familia era de origen marroquí que arribaron a Alvear desde Brasil alrededor de 1917, año del nacimiento de Isaco en esa ciudad.
Su amor a Corrientes queda patentizado por una vez, estando en Brasil de gira durante una semana, en el Estado de Mato Grosso do Sul, a un grupo de estancieros les gustó tanto que le querían regalar 2.500 hectáreas con 2.000 cabezas de ganado vacuno. Este regalo era para que se quedara allí. Sin embargo, agradeció el gesto pero no aceptó porque quería volver a Corrientes.
Don Isaco se fue en silencio, con la modestia que marcó su vida, hacia un tiempo ya que estaba enfermo en la ciudad de Corrientes, pero un domingo 6 de marzo de 1994 a la una de la mañana, guardó su fuelle para siempre y entró en la noche eterna del recuerdo.
Corrientes estaba de duelo. En la Capital de Corrientes, se lo veló en el Teatro Juan de Vera que desbordaba de gente que quería dar el último adiós al gran Isaco Abitbol.
Por parte de SADAIC lo despidió con emotivas palabras, también Mary de Cabrera, por el Centro de Residentes Alvearenses, de parte de la Secretaría de Gobierno de Misiones el Dr. Carlos Tommasella, Ministro de Educación y Antonio Viana en calidad de Intendente de Posadas. Se destacaron las palabras de Pablo Ramón Toto Semhan, de Mercedes y de Julián Zini, con muy acertados trazos, mientras sonaba muy tristemente �SLa Calandria⬝ ejecutada por la orquesta folklórica de la Provincia de Corrientes. Luego, cuando partió para Alvear, lo acompañaron 4 paisanos a caballo con banderas argentinas. Hoy descansa en el pueblito de Alvear este grande del chamamé.
En la Plaza de Alvear hay un monumento que homenajea al genial artista. También una placa recordatoria y un mural.
Hoy lleva su nombre el Escenario Mayor del Festival del Chamamé de Villa del Rosario (Chajarí), Entre Ríos. También una calle de Gobernador Virasoro en la Provincia de Corrientes lleva su nombre.
En Concordia una placa de bronce lo recuerda con este texto:
�SEl pueblo de Concordia en recordación y homenaje al Patriarca del Chamamé don Isaco Abitbol. Embajada Solidaria 1º de Mayo de 1994⬝
Finalmente don Isaco, se llevó de este mundo, lo único que uno puede llevarse y también lo único que vino a buscar, el afecto y el recuerdo de una vida dedicada a los amigos.