Mujer
Pensé muchos títulos para esta nota, ninguno me conformaba. Quería encontrar una frase, una palabra que describa a primera vista la grandeza de este ser increíble del que hoy celebramos su día, y de pronto surgió uno, sencillo, importante, universal: MUJER, simplemente Mujer. Un título único, grandioso, con el que el mismo Dios la honró. Un nombre que está inscripto en la Biblia desde su comienzo, como un relato, un cuento.
Eva la llama, que junto a un hombre Adán, despiertan al amor, para sembrar la Vida.
Una mujer que es protagonista de la Historia de Salvación, que irá cambiando su nombre, según la circunstancia, Sara, Agar, Raquel, más adelante María, (la madre de Jesús).
Y tantas otras mujeres que comenzaron esta historia, también la nuestra. Una historia que se siguió construyendo con el amor, con los sacrificios, y una fuerza que nace en sus entrañas, para dar la vida, y que acompaña cada paso para que crezca.
Esa mujer es tu abuela, tu mamá, tu esposa, tu hermana, a quien conocés por su nombre. A veces a ese nombre se le agrega otro; trabajadora, enfermera, abogada, médica, ama de casa, asistente social, policía, bombero, escritora,
Maestra, política. Y muchos nombres más: nombres, puestos , profesiones, al que pudo llegar por su propio esfuerzo, por sus propias luchas, hasta vencer ese viejo pensamiento machista que gobernaba el mundo, pretendiendo encerrarla para siempre en el hogar, en determinados oficios o profesiones elegidos por ellos. Porque lo demás “era cosa de hombres”.
¡Cuántos siglos perdimos! de contar con la inteligencia, con la belleza, con la sensibilidad y la fuerza interior de la mujer, que muchas veces supera a los hombres. Una riqueza que hace poco tiempo comenzamos a disfrutar todos, desde que a la mujer no se la llama solo para servir café o atender un teléfono, sino, que, por su solo esfuerzo, capacidad, ha llegado a ocupar puestos relevantes en la sociedad. Hoy nos alegramos (aunque algunos todavía no lo pueden aceptar), que la mujer, a la par de los hombres, es protagonista de nuestra historia. En la cocina, en la educación, en hospital, en algún gobierno, al que ha llegado a los más altos cargos, la mujer está presente y se destaca. A veces pienso, que si se le diera más espacio, y más poder en el mundo habría menos guerra, y más entendimiento entre los pueblos. Porque la mujer ha sufrido y sigue sufriendo en carne propia, en su alma, la violencia, que se transforma en acoso, en abuso, en castigo, a veces en su propio hogar, hasta convertirse en el horror del femicidio.
Crimen atroz que aún parece no ser tomado en serio por quienes gobiernan, especialmente por quienes tienen en sus manos el poder y la leyes para impedirlo, es decir la justicia.
MUJER, SIMPLEMENTE NOMBRANDOTE ASÍ, COMO TE LLAMÓ DIOS, SIENTO QUE TE ESTOY HONRANDO.
MUJER EL NOMBRE MAS LINDO, QUE SOLO PRONUNCIARLO ILUMINA EL MUNDO. PORQUE VOS SEMBRASTE LA VIDA Y EL AMOR QUE DISFRUTAMOS.