Cuando el general Justo José de Urquiza, fundó la población de Colón, a dos niños los nombró como patronos.
Ellos eran San Justo, y San Pastor, de tan solo 7 y 9 años. El 9 de agosto de 1876 cuando se erigió la Parroquia, el obispo los designó como Patronos a dichos niños y a nuestra Madre Dolorosa, por eso están allí en el altar mayor. Al verlos allí a estos dos niños, me llamó mucho la atención y esta es la historia.
¿Quiénes eran estos dos niños?
En el año 304, siendo Diocleciano, Emperador de Roma, el gobernador de España, Daciano, recorría los pueblos persiguiendo a los cristianos. Llegó a Alcalá de Henares, y allí los niños, Justo y Pastor, fueron decapitados por no renegar de su fe en Cristo.
Así comprobé que Urquiza, nuestro máximo entrerriano, tan destacado como caudillo, ganador de tantas batallas, y que se tiene tantas anécdotas, de grandeza, como aquella “ni vencedores ni vencidos”, que fuera varias veces Gobernador de Entre Ríos, líder del partido Federal, y presidente de la Confederación Argentina entre 1854 - 1860. Además de ser el precedente de la Constitución de 1853, y Presidente de la Confederación Argentina en el mismo año.
A todo esto, lo que fue, nos hace pensar, que tuvo muchos conocimientos de historia, que lo vemos en elegir a esos niños como patronos de Colón, justamente a Justo, como fue su nombre, y a Pastor, como patrones de esa nueva población.
Ya que estamos en el mes de los niños, me pareció oportuno recordarlos a estos niños Santos.
Deseando que los niños de hoy, crezcan siguiendo la tradición de sus mayores, siguiendo las buenas enseñanzas, de su entorno familiar, y crezcan con los valores como personitas de bien, respetándose unos a otros. Formarse en los principios de la vida, entre buenos amigos, que los lleven a un mundo sano, enriquecedor, y que aprendan que con el sacrificio que realicen, en sus estudios, será para su bien y beneficio para su futuro.
Teresita Miñones de García