El extraño sonido que sale de un agujero en el hielo de 130 metros de profundidad
Arrojar un pedazo de hielo genera unos curiosos tintineos y unos peculiares zumbidos.
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En ocasiones los científicos hacen profundísimos agujeros en el hielo para tratar de examinar las partículas y las burbujas de aire que hay atrapadas desde hace cientos de miles de años. Buscan comprender el clima pasado o encontrar a antiguas especies de microorganismos. Pero, cuando el trabajo acaba, muchos tienen un impulso muy humano: el de tirar algo por el agujero para ver qué pasa.
Lo que pasa solo puede ser explicado por la Física. Pero la mejor forma de comprenderlo es escucharlo:
Tirar un pedazo de hielo por un agujero de casi 140 metros de profundo y 23 centímetros de diámetro lleva a escuchar un sonido que recuerda al de unas botellas de vidrio entrechocando. A medida que va cayendo, este tintineo da lugar a unos zumbidos que recuerdan a los disparos láser de «Star Wars», (aunque también se puede conseguir algo parecido si se tira una piedrecita por un largo tubo de plástico; pueden intentarlo en sus casas).
Peter Neff, investigador de la Universidad de Washington (EE.UU.), explica la causa de este efecto, entre experimento y experimento en la base de «Law Dome», en la Antártida.
«A medida que el hielo cae, el tono del sonido cambia a causa del efecto doppler», dice Neff. Este famoso efecto es el mismo que provoca que la sirena de una ambulancia suene más aguda cuando se está acercando hasta nosotros que cuando se aleja, momento en el que el sonido adquiere un tono más grave.
Pero la parte más curiosa del sonido, esos extraños pitidos de rayo láser, se producen, según Neff, cuando las ondas comienzan a rebotar por las estrechas paredes del conducto. Las últimas ondas que llegan rebotando recuerdan al latido de un corazón.
