El capitán de la Selección Argentina lo intentó 10 veces hasta convertir en la fiesta de los campeones del mundo.

La Pulga, que sufrió un raspón en su rodilla derecha durante la entrada en calor, dispuso tres ocasiones de riesgo en el primer tiempo. La más peligrosa fue a través de un tiro libre que impactó en palo. Eso sí, el capitán no la sacó barata, ya que Kevin Galván le fue con un planchazo en la acción previa que derivó en la infracción, a los 15 minutos.

Su primera aproximación, en tanto, se dio a los tres minutos, cuando encaró hacia el área y remató a las manos del arquero Kevin Guerra después de que la pelota rebotara en un defensor.

Ya la última de la primera mitad ocurrió a los 42: Messi se jugó la individual, encaró por derecha y remató por arriba.

En el complemento, Messi protagonizó 10 minutos electrizantes con la fórmula que utilizó durante toda la noche: la pelota parada. Sin embargo, Guerra sacó a relucir otra vez sus guantes para sacarle dos tiros libres, uno abajo y otro arriba, y evitar un gol olímpico.