Hugo Ibarra sigue en Boca, al menos por ahora. La durísima e inesperada derrota con Instituto dejó en evidencia el complejo presente que atraviesa el equipo y, en consecuencia, puso a muchos de los principales protagonistas bajo la mira. Si bien hace tiempo que el Xeneize no pasa por su mejor momento futbolístico, los resultados venían “maquillando” de alguna manera la situación.
Ahora, después de dos caídas en fila que no estaban en los papeles, el panorama es muy distinto. El clima en La Bombonera expuso a las claras la disconformidad de los hinchas tanto con los jugadores como con el propio Ibarra, que empieza a caminar por la cuerda floja.
La preocupación que ya se vivía puertas adentro tras los bajos rendimientos del equipo en las últimas semanas, alcanzó su punto cúlmine en la noche para el olvido contra la Gloria en Brandsen 805. Por eso, ahora el escenario en relación a la continuidad del DT ya no es el mismo que hace algunos días atrás.
“Partido a partido”, es la frase que por estas horas merodea el predio de Ezeiza cuando se habla sobre el futuro de Ibarra en el cargo. Ya no tiene margen de error y la cita del próximo sábado contra Olimpo, en el debut de Boca por la Copa Argentina, será una medida de fuego. De hecho, la información indica que ante un inesperado traspié con el elenco que milita en el Federal A, lo más probable es que se le abran las puertas de salida al entrenador. Incluso ganar tampoco sería garantía de continuidad.
Si se da la “lógica” y Boca sortea a Olimpo, continuaría como DT pero con la misma premisa: será evaluado cotejo a cotejo. En el club entienden que la situación ya trasciende a los malos resultados del momento, es decir, que el problema es más profundo. Hace meses que el conjunto de La Ribera no encuentra el rumbo y se repiten los mismos errores, por lo que la paciencia de la dirigencia se está acabando: si no ven una mejoría en breve, Ibarra será destituido y buscarán un nuevo técnico.
El Consejo de Fútbol lo notó abatido a Ibarra, pero hoy lo encontraron fuerte y con ganas de revertir la situación. Priorizan su salud. Por ahora, dirigirá el sábado ante Olimpo aunque ni siquiera una victoria asegurará su continuidad.
Desde el Consejo esperan cambios importantes de rendimientos y de funcionamiento. La preocupación es clara y, además, cada vez falta menos para el comienzo de la Copa Libertadores de América.
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