Un reciente estudio financiado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) detalló los factores que contribuyen a la vulnerabilidad del gecko correntino (Homonota taragui), una lagartija nocturna que tiene su distribución geográfica restringida al Paraje Tres Cerros, así como el uso del microhábitat específico y el aislamiento de sus poblaciones. La especie fue descubierta en 2013.
Homonota taragui es un gecko de hábitos particulares, que se refugia en microhábitats específicos y se encuentra con mayor frecuencia en los meses más fríos. Es extremadamente fiel a su sitio ya que no pudieron registrar individuos en aquellas rocas donde había algo de suelo.
El equipo científico realizó una observación notable sobre la Homonota taragui: los individuos residentes, es decir, los capturados al menos dos veces para este estudio, siempre fueron registrados bajo la misma roca y esto sucedió incluso para aquellas lagartijas que fueron capturadas muchas veces (14 veces es el registro máximo). Estudios previos han demostrado que las especies de reptiles que son especialistas en hábitat tienen tasas de extinción más altas. Por lo tanto, este es uno de los riesgos que enfrenta la Homonota taragui según advirtió el grupo de investigación, siendo vulnerable a los pequeños cambios que pueden ocurrir en su entorno, lo que puede causar la extinción de esta lagartija en su totalidad.
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