Esta vez me resultó muy novedoso y se los trasmito, lo que significaba para los aborígenes de los pueblos originarios de los guaraníes.
ERA PARA LOS GUARANÍES, LA LLEGADA DEL AÑO NUEVO TODO 21 DE SETIEMBRE. Ara Pyahú Mbya era la llegada de la primavera el renacer de un nuevo tiempo del florecimiento y abundancia.
Ñamandú surge de las tinieblas en medio de los vientos, él se ilumina con luz que emana de su corazón de infinita sabiduría. El florecimiento del lapacho, el colibrí llamado pájaro primigenio, vuela y revolotea, trayendo el néctar con el cual sustenta y refresca a Ñamandú, y con él llega la renovación. Todo este resumen es de la Bibliografía Ayvu Rapyte copilada por León Cadogan “De nuestras lenguas y otros discursos” de Rubén Bareiro Saguier. Publicación de Javier Rodas.
Ampliando la leyenda, corresponde a un antiguo festejo y creencia, donde este pueblo da origen al mundo que surge cuando Ñamandú, se irguió desde los pies y convirtió sus brazos y manos en ramas y una corona de flores rodeó su cabeza, mientras revoloteaba el colibrí. Luego desplegó la tierra y la sostuvo con cuatro palmeras una al norte, al sur, otra al oeste, y al este, y agregó otra al centro, y creó la selva, los ríos y el mundo subterráneo. La avachi pysahu es la semilla nueva todo esto del archivo de Misiones on line.
El proceso es cíclico, espiral, expansivo concéntrico en la analogía con los cíclico de la naturaleza, el tiempo y espacio donde vuelven los vientos y con el lapacho llega la renovación (Ñemokanndire).
Todo esto son creencias guaraníticas pasadas, pero en realidad hay algo que no cambia, que es la primavera, ya sea la de antes o la de ahora, es renovación y esperanza.
“La primavera es el despertar de la tierra del reposo invernal
El renacer de flores y pájaros, la luz de un gran inicio”.
Pablo Neruda decía: en un poema, podrán cortar todas las flores, pero no podrán detener a la primavera.
Beques: Siempre que en el mundo haya primaveras habrá poesía, habrá esperanza y por lo tanto alegría.
Botticelli realizó un cuadro en 1482 llamado la primavera que representa la fertilidad y el amor humano.
Que sea bienvenida esta primavera, con la algarabía propia de la juventud y deseo lo mejor para un mundo en paz y en entendimientos, y como decían y pensaban guaraníes un feliz año nuevo, en un renacer de un nuevo tiempo.
Teresita Miñones de García.
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